Nunca me he sentido cerca de la nave Enterprise, ni de la serie ni de las películas, pero entiendo que haya apasionados de ‘Star Trek’. Y de ellos es el cine de este fin de semana. En la zona templada se encuentra también Nunca es tarde para enamorarse. Y yo personalmente abogo, con cierta cautela, por ‘Génova’, de Winterbottom; ‘Séraphine’, la peli francesa sorpresa, y por el documental español sobre la lucidez de la locura titulado ‘Una cierta verdad’. Una animación sin mosqueos, ‘Vamos a la luna’ Y la promesa de este domingo, ‘1492. La conquista del paraíso’, la de Ridley Scott que tiene algún momento inolvidable y alguna secuencia aprovechable. Yo empiezo a hacer una lista de cosas que llevarme a Cannes. Por lo pronto, ya me llevo vista la de Coixet, ese supuesto mapa de los sonidos de Tokio… Puro Coixet, que es imposible negarle que tiene estilo.