Una de las figuras clave del cine español de las últimas tres décadas ha sido Pilar Miró, analizable en su faceta política, en la cinematográfica y en la personal. Sobre Pilar Miró, o ‘la señora’, como siempre la llamó Enrique Herreros, se acaba de publicar un libro que la mira (sin juzgarla, pues lo ha escrito un muy amigo suyo, Diego Galán) en esos tres campos para ella siempre de batalla. Personalmente la ‘traté’ con mayor o menor intesidad en sus tres modalidades, de política fiera, de cineasta complicadita y de chica que iba por los festivales de cine siempre en tromba y que manifestaba quizá demasiado abiertamente sus amistades y enemistades, lo cual siempre es una cualidad que se agradece y un don que sólo muy pocos manejan con naturalidad. Conmigo fue en general muy ‘correcta’, salvo en los últimos años, que creí notar una cierta ‘cercanía’, como si después del mucho trato se acabara fiando un poco de alguien que ‘trabajase en el ABC’. Bueno, el caso es que mi impresión hoy es atrevida: creo que la figura de Pilar Miró crecerá con el tiempo, y probablemente en las tres facetas (quizá en la cinematográfica, menos; pero sí y mucho como política y como, entiéndase, mujer), por lo tanto si alguien quiere tener sobre ella una idea desde la órbita personal y muy íntima de Diego Galán y de los documentos que ha manejado, también muy íntimos, personales y de puño y letra de ‘la señora’, puede darse un paseo por el libro. Y supongo, incluso apostaría, que lo que ha guardado Diego Galán es mucho más cuantioso y jugoso que lo que ha publicado
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