Me temo que la crítica internacional, aunque entusiasta, se ha quedado un peldaño por debajo de mi flechazo con la película de Kore-Eda (enlazo con la crónica). Pero, aún hoy, más repuesto, no le quito ni una coma a lo que escribí ayer.
Hoy le toca el turno a los Coen y a “Inside Llewyn Davis”, película muy “bartonfink” de estos hombres sobre el Village, el folk y los días previos a su explosión a principios de los sesenta, recogidos en la desventura de Llewyn Davis, cantor de guitarra y de mala suerte que perrea durante una semana fría y absurda hasta que baja el telón -de la peli o de su semana trágica- un principiante con armónica y voz de corral llamado Dylan. Una de esas obras particularísimas de los Coen que el público se come entre signos de interrogación. No se aprecia ni simpatía, ni nostalgia, ni hechizo entre los Coen y lo que cuentan, sino que más bien se les ve tendencia al humor negro y al ácido.
En la competición también está “Borgman”, de Alex van Warmerdam…, sí, un presagio. Una película muy atravesada sobre una familia burguesa y sus demonios, reales o imaginarios, pues se le cuela en casa un tipo con un influjo maligno al que un guión irreal te obliga a darle algún crédito. No es fácil, pues al tipo, con la realidad en la mano, no le daría el menor crédito ni Shylock con un bote de la primitiva. pero uno viene a los festivales de cine a tragarse cualquier patraña, y ésta no será ni la mayor ni la peor.
CREO QUE EN ESTE POST, AÚN CABE EL ENLACE CON LA CRÓNICA DE LA PELÍCULA DE LOS COEN.
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