Definitivamente Clooney es un tipo envidiable. Por todo lo que se os ocurra, y que además seguro que es verdad, pero en especial porque sabe, quiere y puede hacer el cine que le da la real gana. Con la mirada crítica o con la mírada cítrica. La película que estrena ya, titulada ‘Leatherheads’ (lo que han convertido aquí en el estúpido título de ‘Ella es el partido’), es una comedia no ‘como’ las de antes, sino ‘de’ las de antes, y llena de todo ese caudal de espuma cinematográfica que se paladea cuando tiene el pedigrí de lo antiguo y que se escupe en cuanto se sabe que es de hoy. Renée Zellweger tiene cara antigua, de comedianta de los treinta; George Clooney se ‘carygrantiza’ con cierto acierto, y no es difícil encontrar al James Stewart de turno en el cuerpo y el alma de John Krasinski, el héroe que no lo es, el hombre que no mató a… tantos nazis como parece… En fin, es una comedia llena del toque rancio de lo que cuenta: el nacimiento de muchas cosas, como el fútbol americano entre un anuncio de cocacola; pero viene inevitablemente mezclada con su guiño de hoy, y cambia, casi sin querer, la picardía de los años veinte con el desfase moral del siglo XXI. Un buen choque, y una película que merece ser vista. Ea.
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