Bueno, he decidido no esperar a nadie. La película de Asghar Farhadi es ya la primera de todas las que faltan. “Le passé” tiene prácticamente todo el tuétano que tenía “Una separación” y está destramada con parecida maestría en sus fondos y sencillez en sus formas. El mundo está donde lo dejó en su anterior película, la ética, el interés por los detalles, la magnífica ocultación y presentación del relato, las vueltas… Ocurre en París y con Bérénice Bejo, lo cual no le ha quitado nada a Farhadi sino que más bien le ha dado. La historia es emocionante en varias capas, y el sentido de culpa y la oscilación de “la verdad”, compuesta, como siempre, del mismo material que la patraña, la acerca a lo que ya en este director es universo.
La de Jia Zhang-Ke tiene otra gravedad pero el mismo peso, “A touch of sin” es una película hecha más con la cámara que con la pluma (Farhadi, las hace más con la pluma que con la cámara), y narra un estado de ánimo violento socialmente con cuatro historias particulares, y como suele ocurrir con su cine empasta con sorprendente talento los sentimientos de sus personajes al mundo que los rodea.
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