Salí de ver ‘Lobezno’ más o menos como entré. Espero no molestar a ningún mutante, superhéroe ni villano si incluyo este título entre mis cinco mil mejores películas. El tío, desde luego, está mazas pero tengo la impresión de que ese exceso de patillas no le sienta bien. Como actor, Hugh Jackman ha de encontrar todavía su personaje, porque no creo que este Lobezno agote sus posibilidades. Justo en los antípodas estaría ‘Sicko’, lo de Michael Moore, un trabajito fino de la casa que subraya la indefensión del ciudadano americano ante su propio sistema sanitario y el revuelo de tiburones sanguinarios alrededor de las compañías de seguros privados. Si el fin justifica los medios, Michael Moore tiene todas las bendiciones, porque su habitual vena manipuladora adquiere aquí cotas impresionantes. Pero, lo que apunta y a donde dispara es documento y datos: ¿no le da vergüenza al país más rico y poderoso del mundo tratar a su propia gente como la trata? Hay otros estrenos este fin de semana, pero yo recomendaré una película que acabo de ver y que, desafortunadamente, aún faltan un par de semanas para que estrenen. Lo digo ya, y así no se me olvida: