Ya. En horas, le abren unas pantallas a Kieslowski y su primera gran película, ‘No matarás’. La vuelta del director polaco a los diez años de su muerte es sólo un pequeño síntoma de lo que ocurrirá ya siempre: Kieslowski deja dicho en su filmografía prácticamente todo lo que atraviesa por el interior del ser humano dejándole un rastro de moralidad, o inmoralidad. ‘No matarás’ es espeluznante, pero también es imprescindible. Creo que no puede pasar más de una semana sin que tratemos largo y tendido (no se me malinterprete) una figura capital del cine de final de siglo, en la estela de Bergman pero espinoso como un puercoespín. Ir calentando motores y revisando líquidos, porque a Kieslowski lo miraremos como entomólogos.
Tambien está a punto de estrenar Almodóvar. El que avisa no es traidor; es avisador.
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