Christopher Nolan no es Picasso: él sí busca. Busca desesperadamente en cualquier sitio y es allí, en cualquier sitio, donde encuentra. Batman es probablemente el más ajeno de los superhéroes. Tiene el mismo interés en hacerse el simpático que yo en tirarme en paracaídas… De acuerdo. Pero Nolan lo desvela como si fuera cercano: le quita la máscara por completo y, claro, quién está ahí no es sólo Bruce Wayne, sino también, y en el fondo, el creador o alentador del mal (el cebo de los villanos), el tipo que justifica la existencia del Joker, y por supuesto su viceversa. La película es un prodigio (en realidad, un prestigio), es agotadora en su pretensión e inagotable en sus logros: pasarán más de veinte veces que la veamos y la descubramos… Lo de Ledger es muy impresionante, sí, pero no enturbia las otras calidades de actores y personajes. “El caballero oscuro” es una película excelente, hecha con muchos más materiales de los previstos (y provistos) y que sin duda llega a lugares desconocidos tanto para héroes como para villanos. Nuestra es.