Estoy en el Festival de Huelva, inmerso en eso que se llama un encuentro de la crítica, en los que, mayormente, se suele encontrar poco, pero por intentarlo que no quede.
¿Es el crítico tonto?… ¿Es el crítico feo?… ¿Es el crítico malo?… ¿Es el crítico bueno?… ¿Es el crítico malo, bueno?… ¿Es el crítico bueno, malo?… ¿A alguien, salvo a su familia, tantas veces mencionada, le importa realmente qué es el crítico?…
El amigo Javier Tolentino ha organizado estos encuentros, y aquí estamos, encantados de encontrarnos.
Yo, ya lo dije alguna vez: si pudiera vender mi carnet de crítico como los taxistas su licencia del taxi, pues ahí estaba, en la puja. Vaya, se lo acabo de vender al de la foto.
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