Lo de Almodóvar es ya hoy aquí un eco. ‘Volver’ arrasó en sus diversos pases y proyecciones, y Almodóvar estuvo todo el día al servicio de la prensa, o sea, de sí mismo. Un Almodóvar visiblemente bajo, o ‘down’, como dicen los modernuquis. Fui a la fiesta que dio en plena playa, en un sitio llamado Noga Beach, bueno fui yo y un montonazo de gente. Además de gente, pude ver también alguna que otra personalidad: Papá Coppola y su hija Sofia, Tim Burton y Helena Bonham Carter… Y yo, como algunos de vosotros ya sabéis, no tengo buena vista, o sea que se me debieron de colar los más. El centro del universo fue Pedro Almodóvar, y el resto, satélites, planetillas, algunos soles (Penélope Cruz es una estrella y todas sus chicas se lo pasaron en grande, Blanca Portillo fue emocionada a reverenciar al padrino Coppola) y mucha, mucha basurilla espacial…
Hoy no he visto muchas pelis que merezcan la pena, aunque una de ellas, la neoyorquina ‘Shortbus’, diré, adelantándome a mi crónica de mañana en la que la trataré de pasada, creo, es una burrada impresionante. Historias cruzadas en Nueva York alrededor del sexo y tal y tal, en la que la cámara no le priva al espectador de nada. O sea, la pantalla rebosando de todo tipo de miembros, miembras y posturas