Si en algún lugar caben trincheras y fuego cruzado, ése es una película. Situarse (posicionarse, el que lo prefiera), discutir, argumentar, ironizar, polemizar… sobre una película es una de las salsas de nuestro oficio de cinéfilos. Siempre y cuando la película merezca la pena y siempre y cuando no se lleve la polémica más allá de los límites de la pantalla. Digo esto porque me sitúo claramente al lado de “Babel” y considero absolutamente inconsistentes algunos de los razonamientos que han dejado caer por aquí para resquebrajar lo macizo de su narración.
Es cierto que hay un pequeño gazapo (que no revelaré), pero la consistencia de la historia es brutal, teniendo en cuenta, claro, que tiene sus puntos de apoyo en el azar y que el punto de vista está situado en un lugar imposible, divino, y en un tiempo amorfo. No hay nada ilógico ni inverosímil en ninguno de los tres ramales de los hechos: ¿una ambulancia que no llega a una aldea perdida del desierto?… ¿dos críos que juegan con fuego y sin calcular las consecuencias?…¿cuántas balas perdidas, encuentran? … ¿una al día, diez, cien…?…. ¿una mal rollo y un mal pronto en la frontera mexicana con Estados Unidos?… ¿la absoluta infelicidad de una joven en el apunte de su adolescencia, que además es sorda, que además vive una megaciudad, que además tiene encima una catástrofe familiar?… No hay ningún trapicheo argumental en todo eso, ni un sobrequiebro a las cosas del azar… Es vida normal, probablemente de a diario, cotidiana, y sólo hay que filtrarla por el talento cinematográfico de Iñárritu para que la cosa estalle con trágica brillantez.
Es evidente que la película de Iñárritu puede no gustar, puesto que les pasa a algunos. Y tal vez su “estilo” resulte a muchos cargante o forzado. También pasa a muchos, probablemente más, que el cine de Iñárritu los embriaga dolorosamente, como si los embadurnara de una pena lúcida, comprensible, asumida e inevitable. A muchos, el cine de Iñárritu, y esta película especialmente, los manda a la calle agobiados por lo que han visto y por lo que han entendido.
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