Vi “El hobbit tal y tal” en una sala volcada sobre la pantalla de tal modo que si te caías de la fila 12 ibas directo a la primera, o sea, colgado y frente al pantallón en el que hubiera cabido un Madrid Barça en directo. La película tiene uno de esos 3-D que te absorben como si fueras un bígaro. Total, que vi la película con sensación de hobbit. Pasaron las tres horazas como pasa Usain Bolt cuando va a comprar el pan. Dicho lo cual, también diré que a mí el rollo de la Tierra Media me tiene ya un poco hasta algo más arriba de la media. Pero no me siento capacitado a ponerle pegas cinematográficas al monumento, al menos hoy, que no me apetece hacer mucho el ridículo.
ESTO HE ESCRITO SOBRE “EL HOBBIT, LA DESOLACIÓN DE SMAUG”, y como siempre, no sé si me explico.
Tampoco me considero entre los amantes de películas como “12 años de esclavitud”, pues a mí las que me gustan a rabiar son otras, como “La gran belleza” o “Le weekend”, a pesar de lo cual la considero equiparable tal como me expreso en mi crítica:
No sé los demás, pero yo no tenía mis esperanzas puestas en “Diana”, por lo que no me ha decepcionado. Es una película corta Y corto es mi comentario sobre ella:
y no he visto “Lore”, pero, por lo leído de ella, parece que merece mucho la pena; enlazo con la crítica de Weinrichter, que es una garantía (la crítica y su opinión):
Y tendría que contar ahora muchas otras cosas, pero, dada mi natural reserva y discreción, paso a buscar algunas imágenes para ilustrar este modesto comentario.
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