He puesto juntas las fotos de lo de Korine y lo de Oliveira porque ambas ya lo dicen todo…
¿Lo de Korine?… Pues lo de Korine me ha mandado definitivamente de vuelta a casa… Pero, antes de seguir, quiero dejar aquí un enlace con lo publicado de Kim Ki-duk
No le encuentro la “gracia” en ningún lado a la ensalada de Harmony Korine, aunque no desestimo que mi “mirada”, por decirlo en cursi, esté alterada por la presbicia… Admito el otro gusto por lo general, incluso el otro y “malo”, pero no hallo más muestra de remota inteligencia en “Spring breakers” que la de James Franco y su risa metálica. Poco. Lo de Oliveira es como es y como tiene que ser; no faltaría más que cambiara ahora de escritura el director portugués; tal vez esta “O Gebo e a sombra” esté aún más acartonada y mejor cultivada (el texto es bueno, o así me lo pareció tras los graznidos del personal Harmony)…, pero sólo es recomendable para amantes de los quelonios.
Y lo de Bellocchio, pues descompensado y “malo” como casi siempre, aunque el asunto podría haber tenido más interés… Y quien recuerde el caso Eluana Englaro, aquella joven que, tras 17 años en coma, encendió la mecha de la polémica en la sociedad italiana sobre apagar o no la máquina, pues se quedará de piedra con la falsa ligereza disfrazada de profundidad con la que Bellocchio le da un plumazo al tema. De todos modos, la crítica más “analítica” se lo perdona todo al camarada Bellocchio, no vaya a ser que…
UN ENLACE CON EL MÁS ALLÁ, O SEA LA CRÓNICA DE ABC
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