Esto es un blog serio, como Dios manda y que está pendiente de las inquietudes y necesidades de sus visitantes, muchos de ellos ya más que eso, casi huéspedes de toda la vida de esta pensión. Y quiero alertar, ante el panorama de estrenos de este fin de semana, de la luminaria de todos ellos, que es esa versión de “Hansel y Gretel”; hay que irla a ver al cine no acompañado de hijos o sobrinos, sino de una iguana, o dos. Creo que una iguana, o dos, es la mejor compañía para ponerse ante esta película que si la vieran los hermanos Grimm directamente potarían. En serio, no hay que perdérsela: pocas veces veremos algo igual.
En los antípodas está “Aquí y Allá”, una película que no acabaría de llenarle a nuestra iguana. Chiquitita, sencillota, muy, muy compleja, de ritmo pasmoso y que ofrece un retrato tan de bolsillo interior de ese hombre que vuelve a su casa, un chamizo en un pueblo perdido de México, tras años de horadar en la piedra de la fortuna en Estados Unidos. Llena de lo siguiente a la documentalidad, es decir, realidad, autenticidad, viene a decir que el aquí y el allá son inseparables e incompatibles.
Tengo aquí un espacio para añadir el título de la película “Un asunto Real”, muy bien tratada en general por los críticos, y que le aporta algo de interés cinematográfico a este fin de semana soso de estrenos. Y aún tengo sitio para crear un vínculo (¡qué bonito!) entre el post y las críticas del ABC.
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