Aunque no sea un estreno, conviene apuntarse entre los buenos planes del fin de semana ver o rever “El festín de Babette”, películade sencillez apabullante y de profundidad abisal que contrasta en grado sumo con el “gran” estreno de la semana, “Holy Motors”, de Léos Carax, que ni es sencilla ni tampoco profunda. La crítica en general trata a la peli de Carax de obra maestra, y en La Razón y La Vanguardia, se habla de ella como si hubiera que esperar cincuenta o sesenta años para entenderla en toda su magnitud. Por mi parte, no pienso hacerlo y, aún sin entenderla, creo que le veo las costuras y los sinsorgos, aunque entiendo que pueda uno extasiarse ante la pretenciosidad de Carax y su apariencia de algo.
En la crítica de ABC aún se le dedica un ojo a “Holy Motors”, pero, en El País, Carlos Boyero la pone como chupa de dómine.
Aunque soy fans de la serie “Crepúsculo”, se me ha escapado y ya no sé si la veré o si me esperaré a la próxima. ¡Ah!, y el que quiera pasar un buen rato viendo una película, puede acercarse a donde “echen” la de Ken Loach, “La parte de los ángeles”… No hagan mucho caso a sus críticas adversas; merece la pena.
cine Oti Marchanteel