No sabe lo que cobra, ni le importa. Nunca le ha importado. Ha sido un mito como futbolista y ahora quiere ser un mito como entrenador. Y para ello no hay que mirar el dinero, ni los años que se firman. Hay que ganarse ese respeto, esa consideración, con éxitos. Zidane firmo por el Real Madrid el 4 de enero de 2016 y no sabía ni lo que ganaba. Ni lo miró. Se lo preguntamos y dijo: No sé. Tampoco sabía cuánto duraba su contrato. Se extendía hasta 2018. No le preocupaba. Lo que quería era triunfar en el Real Madrid, superar la novatada. Sabía que dirían que es un novato. Sabía que al principio dirían que el Madrid ganaría por la calidad de sus jugadores, no por su mando. Hasta que todo el mundo ha tenido que reconocer sus méritos.
Ha revolucionado el fútbol mundial al realizar nueve cambios en la alineación cada tres días. Los veteranos del lugar, comntaristas hoy, decían que era demasiado arriesgado. Apostillaan que cuatro cambios ya son muchos. Zidane ha demostrado que no.
Lo que el francés ha hecho es contar de verdad con toda la plantilla, y no solo de palabra, como han hecho tantos técnicos durante décadas. Zinedine ha dado confianza a todos sus hombres. Y todos han jugado. Por eso el equipo ha ganado cada tres días sin acusar en demasía el desgaste. Como dijo Pepe Mel, el equipo B era mejor que el A. Era una forma de picar, pero también de reconocer el trabajo de su colega, tan criticado por muchos hace unos meses. En realidad, Zidane ha sido envidiado, porque ha triunfado. En dieciocho meses ha ganado dos Champions, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa, una liga y ahora se dispone a ganar una Supercopa de España, otra Supercopa de Europa y otro Mundial de Clubes.
El marsellés ha revolucionado el mundo del fútbol con tanta sustitución y hablando a los jugadores para decirles con sinceridad que son importantes. Se lo ha demostrado a todos. Unos han jugado menos, otros más, porque es imposible dar cincuenta partidos a todo el mundo, pero ha demostrado que todos eran fundamentales para el entrenador y lo han sido. El Real Madrid ha ganado gracias a ese reparto de esfuerzos de un once titular que en verdad constaba de veinte titulares.
Ahora Florentino Perez ampliará el contrato de Zizou hasta 2020. Para el responsable deportivo del equipo será la primera noticia que tenga de su contrato, porque no sabe ni lo que cobra. Ni siquiera que el firmado el 4 de enero de 2016 acabará en 2018. Como decía Zidane a lo largo de la campaña, no sé hasta cuando firmé ni me importa, porque todo dependerá de los resultados. Así se labra un gran entrenador. A muchos les rompe el molde.
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