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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Pues Florentino tenía razón

Tomás González-Martínel

Fue criticado cuando fichó a Bale por 91 millones de euros el 2 de septiembre de 2013. Florentino Pérez ha sido acusado en su día por Blatter y por Platini de gastar millonadas en Cristiano (94, en 2009 ) y en el galés. La demagogia barata era evidente y el propio presidente de la UEFA rectificó tiempo después y señalaba que el equipo que gasta 100 millones en tres futbolistas, como hacían el Chelsea o el United, invertían lo mismo. No se entendía esa obsesión de los dirigentes de la UEFA y la FIFA con el máximo responsable del Real Madrid. Claro, se enfrentaban a un empresario que tenía una visión diferente del fútbol. Los hechos han dado la razón a Florentino: los grandes fichajes suscitan un “merchandising” que ni Blatter ni Platini podían calibrar. Y esos grandes futbolistas ganan también los títulos más importantes del planeta, no solo venden camisetas.

Nunca comprendieron los dos mandamases del balompié mundial y europeo que el fútbol moderno es así. Hay que conquistar los grandes trofeos del universo y producir dinero, llenando estadios y vendiendo imagen. Del romanticismo del Stade de Reims, gran equipo de Raymond Kopa en los años triunfales del Madrid 55-60, no se puede vivir. Hoy, aquel club francés no es conocido por nadie, salvo por los que lo vieron jugar. Bien lo sabe Platini. El Real Madrid, sin embargo, es el club más famoso del mundo desde 1956, cuando ganó la primera Copa de Europa de la mano de Bernabéu y Di Stéfano.

Don Santiago vio claramente aquel camino. Contratar figuras para ser grandes en el mundo. Florentino ha consolidado aquella filosofía con una aplicación moderna del espíritu de empresa sobre el club. Ficha a los mejores y saca rendimiento para la entidad a todos los niveles. Denostado desde hace años por muchos enemigos que decían que el presidente adquiría jugadores comerciales en vez de mirar el rendimiento en el campo, el tiempo ha dado la razón al dirigente. Muchos no se querían dar cuenta que el Madrid se enfrentó durante un lustro al mejor Barcelona de la historia. Y Florentino, en una lucha diaria, lenta, paciente, terminó por acabar con esa etapa azulgrana. Con Cristiano ganó la Copa al Barcelona en 2011 y la Liga de los récords en 2012. Con Ronaldo, con Bale y con Isco ha ganado la Champions y otra Copa al Barcelona. Con Cristiano, con Kroos, con Bale, con James y con Isco ha levantado el Mundial de Clubes y la Supercopa de Europa. Y ha establecido una plusmarca de 22 victorias consecutivas.

Ese Cristiano menospreciado también por Blatter hace un año, ha conseguido el Balón de Oro 2013 y ahora se dispone a levantar el Balón de Oro 2014. Ese fichaje criticado por Platini y por Blatter en 2009 está marcando una época en el Madrid. Es el sucesor de Di Stéfano en la casa blanca. Esa es la respuesta en el césped del portugués a la verborrea de Michael Platini y de Joseph Blatter.

Florentino fue vapuleado también en el último verano por vender a Di María y a Xabi. ¿Dónde están ahora aquellos gurús? Vino Kroos e hizo olvidar al bueno de Alonso en un santiamén. Llegó James y está triunfando. Di María sufre ahora en el Manchester United. Con pocas palabras basta.

Pues sí, en una reflexión tranquila, sosegada, la política del presidente del Madrid es acertada. Tenía razón. Y sus críticos elogian a James, alaban a Kroos, pero de quien les fichó no dicen nada. A él no le importa demasiado. Si ensalzan a sus jugadores es que ganan títulos. De eso es de lo que se trata. Sin dejar de llenar el estadio y de vender imagen y productos de cada futbolista. Un dinero que permitirá fichar a la siguiente figura en ciernes. Y volverán a criticarle. No pasa nada. Cabalga.

No subrayan esos críticos que Florentino no solo ficha estrellas. Ejecuta una filosofía de adquisición de futbolistas jóvenes que son la esencia de este Real Madrid. La idea argumental es que los jóvenes llegan con mayor ilusión por conquistar títulos, superan rápidamente la presión de militar en el Madrid y desde ese momento rinden con toda su calidad. Se hacen más madridistas que nadie. Ahí están los ejemplos, desde Isco a Benzema, pasando por Marcelo, Varane o el propio James Rodríguez, víctima de muchos palos en septiembre. Isco y James son el último ejemplo de este éxito. Varane fue el espejo anterior del acierto en el fichaje. Pues sí, al final, Florentino tenía razón. Nunca se lo reconocerán.

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