Real Madrid y Atlético se juegan a partir del martes las semifinales de la Champions y en casa mi pareja solo me pregunta desde hace una semana: ¿Con quién irán Carlos Herrera y Salvador Sostres, azulgranas furibundos, pero amigos de Florentino Pérez? Hablo con José Emilio Santamaría y con Isacio Calleja del gran duelo, ellos que jugaron el triple enfrentamiento del 59, y mi pareja acude a la deliciosa cumbre de estas dos leyendas, a los que llevó en su coche con banderas y camisetas de ambos equipos, sin dejarles de cuestionar: ¿Con quién creéis que irán Herrera y Sostres?
Alucinados como yo, comienzo a pensármelo y también entro en trance. Pues es verdad: ¿Con quién irán dos barcelonistas irredentos que critican la política nacionalista del Barcelona e incluso llaman provinciano al club, como hace Sostres un lunes sí y otro también? ¿Irán con el Real Madrid de su amigo Florentino o podrá con ellos su barcelonismo total para querer que venza el Atlético, porque además Herrera también se lleva bien con Cerezo? La disquisición es política, social, futbolística e incluso maquiavélica. No duermo en mí, como Zidane, calvo de estrujarse el desierto de su cabeza por tener que sentar a Asensio e Isco cada tres días.
Lo primero que me pregunto es por qué tiene mi pareja esta obsesión por Herrera y Sostres y las semifinales madrileñas. Escucho la Cope, me entero de todos los entresijos del premio recibido por María José Navarro (rojiblanca hastas las trancas) el viernes en Albacete y por fin entiendo la situación. Pero sigo sin entender el interés de mi pareja con Herrera, Sostres y su apoyo al Madrid o al Atlético. ¿Y a ella qué más le da?.
Al parecer, Carlos Herrera no acudió al galardón periodístico entregado a María José Navarro el viernes por un compromiso familiar en Sevilla. Hasta que María José se enteró que Sostres y dos amigos venían a Sevilla a disfrutar de esa presunta fiesta familiar (a partir de ahora FF). La Navarro, desde entonces, se ha pasado una semana tirando dardos a su jefe, Herrera, y su presunta FF. Incluso entrevistó en antena a los familiares más allegados de Carlos para confirmar que no sabían nada de la Fiesta Familiar.
Mi pareja me explicó que la FF era una bacanal, según definió con ironía la Navarro, que comenzó con toros y puros el viernes, en el preludio de la Feria de Sevilla, y acabó esa misma noche con un fiestorro en una nave (no espacial), según concretó Herrera, en la que hubo música y sobre todo sevillanas y flamenco, con actuaciones de gente importante del gremio, todos buenos amigos de Herrera, a la sazón importante periodista musical y del mundo del flamenco y de la copla durante décadas. A cada uno lo suyo. Mientras, María José era galardonada en Albacete con la asistencia de compañeros de la Cope, pero no estaba el jefe, Herrera, que había preferido la bacanal con Sostres. Y yo me seguía preguntando por qué me preguntaba mi pareja que con quién iban Herrera y Sostres, si con el Madrid de Florentino o con el Atlético de Cerezo. Yo no entendía nada.
Mi pareja me precisó que mi amigo David Gistau instó a las sevillanas a que guardaran los niños en el armario y cerraran las ventanas de sus casas, porque Sostres llegaba a la capital andaluza. Mi pareja se asustó porque, si te consuela, María José, Sostres me debe una comida en Barcelona desde el clásico del 1-1 en la ciudad Condal. Le llamé y le insté a quedar. Le dije que podía ir antes de Navidad, con mi pareja. Hasta hoy. Claro, Gistau ha asustado a mi pareja con su aviso a las sevillanas para cerrar las casas a cal y Sostres. ¿Pero con quién querías quedar tú, para hacer otra bacanal? Le contesté: con gente buena, valiente, como Sostres, que es capaz de ser barcelonista y criticar el paletismo de los dirigentes del Barcelona, que piden la independencia de Cataluña pero quieren seguir en la Liga española para cobrar el dineral que reciben al militar en el fútbol español. Me quedó de cine la respuesta (Salvador, vámonos de bacanal). Dicho esto, yo me seguía preguntando por qué le interesa tanto a mi pareja saber si Herrera y Sostres irán con el Madrid o con el Atlético. A mi amigo Hughes, compañero de fatigas en la persecución periodística de ABC al Real Madrid por toda España, también le comenzó a interesar tanto morbo femenino. Ignacio Ruiz Quintano, otro buen amigo, me relatará hoy un simil histórico de lo que ahora les voy a desvelar.
Fabiola, a la sazón mi pareja, me descubrió po fin la razón de su obsesión, con esa inteligencia femenina que nosotros nunca tendremos. Me contestó: porque quiero saber si Herrera y Sostres serán pelotas este lunes y le dirán a María José que van con el Atlético, por aquello de que también se merecen una Champions desde 1974, o si serán tan duros que además de no acudir a su premio le dirán que van con el Madrid de su amigo Florentino y el españolismo que el conjunto blanco representa históricamente en el mundo. ¡Cómo hilan las mujeres! Digan lo que digan Herrera y Sostres sobre su preferencia, están pillados.
Fabiola no solo me descubrió sus argumentos maquiavélicos pro María José Navarro. Dos mujeres unidas son muy peligrosas. Me instó también, con esa sutileza femenina que te dice que debes escribir de lo que ellas dicen o no escribes, que espera que Mariá José Navarro les ponga este lunes en ese trance de decidir, especialmente a su jefe, el líder de la FF.
Herrera, Sostres, Gistau, Hughes, Ignacio Ruiz Quintano: no tenemos nada que hacer con las mujeres. Ellas ganan la Champions cuando nosotros estamos aún en la fase de grupos. (Pero Herrera, por favor, la próxima vez invítame a la fiesta familiar, que quiero ver cómo las sevillanas esconden a los niños cuando viene Sostres. Y así Salvador se pagara por fin la comida que me debe. No se lo diré a la Navarro. Ni a mi pareja).
Calleja y Santamaría, que me contaron historias para no dormir sobre aquellos derbis del 59, que hoy relatamos ampliamente en ABC, también están en un sin vivir: ¿Con quién van Herrera y Sostres en las semifinales madrileñas?. María José, por favor, presiona hoy a Carlos y a Salvador, que Fabiola no me deja dormir. Se ha hecho atlética solo por apoyarte. Miedo me dan las dos. Siento más presión que un sistema táctico de Simeone. (Pero Carlos, contesta hoy, queda bien con la Navarro e invítame a la próxima FF).