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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

La Liga y Antiviolencia deben intervenir ante los insultos sufridos por Cristiano en Pamplona

Tomás González-Martínel

Volvemos a las andadas. Javier Tebas intenta cortar por lo sano ante la incultura social, fubolística y deportiva de España y los ultras de cada estadio reiteran sus insultos y su xenofobia ante los rivales más odiados. Lo hacen porque ven debilidad en los dirigentes del fútbol español. Lo hacen porque observan ejemplos de brutalidad permitida como la de los Biris, que han provocado ya trece informes críticos cotnra el Sevilla por el comportamiento brutal de esos radicales y es ahora cuando se estudia por primera vez si se cierra un sector del Sánchez Pizjuán. Un sector, no el campo entero. La autoridad no da miedo, ofrece debilidad, y los ultras campan a sus anchas.
En Pamplona vivimos el sábado reminiscencias de aquellos ultras que tiraban botes y petardos al Real Madrid en la era de Buyo. Un actuación vergonzante, periódica e impresentable que se permitió por los delegados de campo y por el poder futbolístico español durante años, con una carencia de visión que hoy pagamos todavía.
Los radicales de El Sadar la tomaron el sábado con Cristiano desde el calentamiento. Insultos, cuernos y gestos que si los familiares de los autores los vieran en casa con niños les daría pavor a todos, por no decir pena.
En pleno partido se cantó: ese portugués que hijo de su madre es. Y ya hemos visto que la denuncia de lo sucedido no existe. No se menciona. Se vuelve a pensar que es lo de siempre y que hay que admitirlo como parte del fútbol. Es el gran error. Esperemos que la Liga de Tebas y la Comisión Antiviolencia actúen ante este fusilamiento a Cristiano.
Pero quiero que se quiten todos la careta. Porque me temo un hecho más grave aún. Que la Comisión Antiviolencia me diga una cosa: ¿Cuándo sanciona se imponen realmente los castigos económicos o solo se piden esas sanciones y multas y después no se aplican? ¿Se imponen sanciones reales o todo esto es un paripé para mantener esa Comisión Antiviolencia y a sus señortios en la poltrona porque les gusta figurar?. Si no se aplican las multas, será la última demostración de una debilidad muy grave. Porque significará que no existe un verdadero convencimiento de la necesidad social de cortar de manera dura la violencia dialéctica, el racismo y la xenofobia. Hemos visto durante lustros a dirigentes que pensaban que se debe permitir el escape del fútbol como higiene para eliminar la presión de la sociedad. Craso error.
El caso de Eto’o fue paradigmático. Denunciaba y la Liga no intervenía. Le llamaban mono y no pasaba nada. Cogía plátanos del césped. Tampoco vimos a nadie denunciar, empezando por Eto’o, los insultos de mono que Luis Enrique y Sergio Busquets dedicaron a rivales madridistas en distintas épocas.Todo vale. No se actúa. Es el problema.

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