Sin Cristiano y sin Benzema al cabo de media hora, Zidane tuvo que recurrir a los canteranos para atacar las semifinales de la Champions League en Manchester. Y los muchachos criados en Valdebebas rindieron como los grandes fichajes del club. Carvajal, Lucas Vázquez, Jesé y Casemiro ofrecieron el máximo nivel en la máxima competición. Está claro que el Real Madrid necesita grandes adquisiciones para luchar por la primacía mundial, pero también requiere de sus canteranos para rematar el equipo y para mantener ese espíritu “diestefanesco” de lucha sin fin, esa idiosincrasia de la casa, que no pueden tener los nuevos contratados. Son los hombres como Pepe, Ramos y Carvajal quienes han de inyectar es carácter que define a la entidad a los recién llegados. Así ha sido, así es y así será. Dani, Lucas Vázquez, Casemiro y Jesé representan ese ADN que todos deben sentir.
Con el pelo rubio peinado estilo Redondo, a los doce años, al lado de Di Stéfano, el chaval Dani Carvajal puso en 2004 la primera piedra de lo que hoy es la fábrica de jugadores de Valdebebas. El lateral es un vivo ejemplo de la progresión hasta alcanzar lo más alto. Tuvo que marcharse a la Bundesliga para obtener continuidad y convertirse en el mejor lateral del campeonato alemán. Es el precio de los canteranos sin caché. Regresó al Real Madrid y triunfó.
Lucas Vázquez tuvo que irse al Español para hacerse un extremo de primera calidad. Retornó este verano al Real Madrid y hoy es el mejor fichaje de la temporada. Solo costó un millón. Tanto Benítez como Zidane han contado con él porque es un delantero que penetra por la derecha, rompe con su regate y da pases perfectos, como bien sabe Cristiano, que ha encontrado en el gallego de Curtis a su mejor pasador. Cinco goles le ha servido, más que nadie. Rafa y Zinedine han elegido al gallego porque también es un centrocampista ideal, luchador, gran marcador, que tapa su banda y realiza el 4-4-2 sin problemas. Los dos técnicos madridista de la temporada han alineado a Lucas porque vale para un roto y para un descosido. Es también un excelente lateral derecho. Nadie le supera. Es un comodín de la plantilla.
Casemiro llegó al Castilla desde el Sao Paulo en una crisis personal muy grave. Había perdido el norte tras ver llegar el dinero fresco por su evolución triunfal en la Liga brasileña. Rodeado de caimanes que deseaban sacarle el dinero, procedente Casemiro de una familia muy humilde, el muchacho había tocado fondo dos años después de su éxito, cuando la Roma había ofrecido al Sao Paulo 20 millones por él. Su apoderado le llevó al Castilla como última oportunidad. El jugador dijo que volvería a ser el que fue. Así ha ido. Mourinho le alineó. Y hoy es titular fijo en el Real Madrid.
Jesé es un caso distinto. Llegaba desde las Islas Canarias. Era un talento rebelde. Técnico, artista, le daban patadas para frenarle y para provocarle y caía en esas provocaciones. Hubo que enseñarle en Valdebebas. Una grave lesión en 2014 cortó su mejor momento con el primer equipo. Hoy trabaja para volver a ser el que fue. marca goles, los da, pero es inconstante. Es su reto, la regularidad.
Son cuatro ejemplos de la antera necesaria el Real Madrid. Están en semifinales de la Champions por méritos propios. Pueden hacer historia, como ya la hicieron en 2014. La fábrica funciona. Rinde.
Otros temas Tomás González-Martínel