Ellos son los primeros que saben que físicamente no están en su mejor momento. La preparación exhaustiva para llegar bien a las dos Supercopas y ganarlas ha pasado factura. Vencieron al Manchester United de Mourinho, arrollaron al Barcelona de Valverde y ahora soportan un descenso en su nivel que se delata en la carencia de velocidad punta. Los futbolistas saben que deben volver a ponerse a punto. El Real Madrid no puede volver a fallar. Y las figuras del equipo han sido responsables en decidir la primacía de su carrera, que es el liderazgo mundial del conjunto blanco, el club que les paga. Y muy bien pagados. Cristiano, Bale y Benzema se quedan en Madrid junto a Zidane para llevar a cabo una pretemporada que también realizarán Carvajal, Kovacic, Varane, Lucas, Keylor y Kiko Casilla, una lista a la que puede sumarse algún futbolista más. El central francés volará con su selección el lunes, pero se encuentra tocado y regresará inmediatamente a la capital de España para iniciar ese trabajo junto a sus compañeros.
El objetivo del entrenador es conseguir un cambio radical de la situación general de la plantilla para acudir al Metropolitano el 18 de noviembre con el único objetivo de vencer.
El reto del plantel es recuperar la esencia que les hizo grandes durante este cuarteto de años en los que ganaron tres Champions, tres Supercopas de Europa, dos Mundiales de Clubes, una Liga, una Copa y una Supercopa de España. Y eso no se puede olvidar en dos partidos. Zidane ha vivido todas esas victorias, primero como segundo de Ancelotti y después como responsable del equipo durante los dos años más importantes de la legendaria historia del Real Madrid.
La BBC se queda en Valdebebas, a las órdenes de Zizou y de Pintus, el profesor de la puesta a punto triunfal de la temporada pasada, para recuperar el mejor estado físico del grupo y atacar el invierno con la prestancia que define al equipo habitualmente. El Atlético, el Athletic, el Sevilla, el Mundial de Clubes y el clásico frente al Barcelona, el 23 de diciembre, marcarán el devenir del Real Madrid en dos meses determinantes de su futuro. Zidane, Pintus, Cristiano, Bale, Benzema y otros jugadores tienen planificadas dos semanas de trabajo duro, oscuro, silencioso para volver a ser los que fueron hasta hace unos días.
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