Jugó bien en Alemania. Estuvo rápido en las incursiones y sin temor. Por fin desprende optimismo. Eden Hazard tuvo que realizar un esfuerzo psicológico para no tener miedo al regreso tras sus dos primeras lesiones. Pensaba jugar hace un mes frente al Valladolid y se rompió muscularmente horas antes de la cita. Ahora ya salta al campo y no teme arriesgar. En Moenchengladbach estuvo a un buen nivel. Disputó sus primeros minutos de la temporada. Se ha perdido 36 encuentros con el Real Madrid, siete en este curso y 29 en la pasada campaña. Zidane, después del subidón del clásico, le hizo debutar en la Champions, ante el Borussia en Moenchengladbach. Puede decir, con razón, que ha vivido un «annus horribilis» de lesiones que intentará cambiar desde hoy. Hazard ha vuelto al fútbol. Quiere devolver al club el esfuerzo económico realizado en su fichaje y se siente optimista y con ganas de jugar.
Su vida deportiva ha sido un sufrimiento constante desde hace un año, cuando su compatriota Meuniere, ten amigos para esto, le rompió la pierna con una patada que provocó una fisura en el peroné derecho. Tres meses más tarde, nada más reaparecer, en febrero, otra fisura a siete centímetros de la anterior destrozó su anhelo de devolver al Real Madrid la inversión realizada, que superó los 100 millones de euros. Reapareció en el tramo final de pasado campeonato de Liga, en esos once partidos que dieron el título al club blanco, pero la alegría del éxito de la plantilla no evitó que personalmente se sintiera en deuda con el club y con Zidane, quien siempre solicitó su contratación.
Hoy continúa sintiéndose en la obligación de responder al club que le contrató por cinco temporadas. Quiere ganar títulos con un rendimiento importante en ellos, pues no fue protagonista ni en la Supercopa de España disputada en Arabia ni en la Liga celebrada en junio. Quiere pagar esa cuenta pendiente desde ahora. Tiene cuatro años para enmendar la situación.
Hazard disfrutó en Alemania de sus primeros minutos en esta campaña. Espera tener más minutos el sábado ante el Huesca en el estadio Alfredo Di Stéfano. Necesita adquirir ritmo de competición, pero en ese estreno de Champions demostró velocidad y regate. Plasmó optimismo.
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