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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Harry Kane quiere jugar en el Real Madrid

GRA104. MADRID, 01/10/2017.- El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, durante su intervención en la Asamblea General Ordinaria de Socios de la entidad celebrada hoy en el Parque Ferial Juan Carlos I, en Madrid. EFE/Paco Campos
Tomás González-Martínel

Harry Edward Kane (28-7-1993) nació en Londres y se enamoró del Real Madrid que ganó la Champions en 2000, con McManaman, y en 2002.
El inglés quiere firmar por el Real Madrid antes que por el City o el United, que también le pretenden. Desea jugar al lado de Cristiano y con Zidane como entrenador. El Arsenal le dejó irse con nueve años. Wenger lamentó en 2015 que Kane hubiera sido descartado. Tras jugar en el Watford dos temporadas, fichó por el Tottenham a los once. Es «un hombre demasiado normal». No sale de noche, no bebe, no es hombre foto de las fiestas, no lleva tatuajes, se corta el pelo como siempre desde hace quince años. No tiene tontería. Eso gusta en el Real Madrid. Y en el City. Y en el United. Pero a Kane le gusta Zidane al mando.

Cuando militaba en el Ridgeway Rovers, un equipo de los suburbios de Londres, le maravilló el Real Madrid de Raúl, Morientes, Roberto Carlos y su compatriota McManaman, que anotó un gol en aquella final de la Copa de Europa que los blancos ganaron al Valencia en París. Harry Edward Kane tenía casi siete años y confirmó un madridismo que había escuchado dos años antes cuando el equipo español conquistó «la séptima» ante la Juventus de Zidane con un gol de Mijatovic. Harry creció para el fútbol en pleno dominio el «Real», una etapa similar a la actual, con tres Champions en seis temporadas. «La novena» la vivió con ocho años, aún como futbolista del Arsenal, club que le dejó marchar. A los once fichó por el Tottenham. Su evolución en el reino de Daniel Levy fue imparable. A los 17 firmó su primer contrato profesional con el Hotspur. Y desde entonces se impuso una meta que le parecía imposible: jugar en el Real Madrid de McManaman, de Raúl y de Cristiano, el ídolo que brilló en el Manchester desde 2004.

Su sueño perenne, tan constante como su progresión deportiva, ya no es imposible. Hoy tiene 24 años y es el mejor rematador del mundo, autor de 56 goles en 2017, por delante de Messi, Cristiano y Lewandowski. Harry Edward Kane ha hablado en privado con sus asesores. Está fichado por la agencia de representación CAA (Creative Artists Agency) y tiene apoderados puramente futbolísticos que se mueven con sigilo. En CAA están varios profesionales controlados por Jorge Mendes, como Cristiano y Mourinho, además de Ancelotti y James, quien llegó al Real Madrid en 2014 con la ayuda del afamado agente portugués. Kane ha expuesto con franqueza a sus representantes que el próximo verano desea hacer realidad el sueño de hace tres lustros: militar en el Real Madrid estelar de esta era.
Los agentes de Kane se han puesto en «modo traspaso». El Real Madrid conoce el anhelo del delantero, sabe que es madridista de sentimiento y ese es un primer punto culminante para la entidad del Bernabéu. Pero el capítulo fundamental para la casa blanca son sus condiciones técnicas, físicas y personales. El informe interno que entregan los apoderados del ariete es inmejorable. «Es un futbolista que todo lo hace bien, sin ser el mejor en cada cosa», señala el informe futbolístico. «Es completo, un nuevo Raúl. No es el mejor disparando pero tiene un buen tiro. No es el mejor rematador de cabeza pero es muy efectivo en el cabezazo. No tiene la finta de Neymar pero posee un gran regate. Y no es el más rápido en carrera pero demuestra veinte metros letales de velocidad que pueden matar a cualquier defensa. Todas esas virtudes no las reúne ningún otro jugador en la actualidad», señala una persona cercana a sus representantes.
El informe más secreto de las características de Kane destaca su inteligencia y su sentido común, que es el menos común de los sentidos. El inglés de abuelo paterno irlandés tiene la cabeza bien puesta. Sabe sacar provecho de todas sus virtudes, generadas a fuerza de trece años de trabajo en el Tottenham. «Sabe que si no entrena al máximo y se relaja no destacará, porque su rendimiento surge de explotar al máximo sus condiciones para ser muy listo en el campo, desmarcarse, anticiparse en el área con su velocidad y rematar con su determinación».

Hay otros dos factores determinantes en el «informe del ciudadano Kane». El primero es deportivo y precisa que sus condiciones son complementarias a las de Cristiano, que necesita un ariete que fije a los centrales para entrar con más metros al remate. El segundo es privado: «Se cuida como Nacho. Solo piensa en el fútbol. Bueno, tiene un único vicio, el golf, como Bale. Harry no bebe alcohol, no sale de noche, duerme nueve horas diarias porque sabe que para rendir en cada entrenamiento hay que llegar descansado. Vigila su alimentación. Lo mejor de todo es que es un hombre normal. No le gustan las candilejas de la fama, no sigue las modas de ropa ni de peluquería. Es tan discreto que para los paparazzi es aburrido. Nunca se dejará una cresta de pelo como Neymar. No vende. Mejor para él». Y para la valoración de los clubes que lo quieren, porque Kane desea venir al Real Madrid, pero el United y el City pujan por él. Ese es el arma que maneja Daniel Levy, el millonario judío que es dueño del Tottenham, para decir que no vende y pedir de 200 millones.
Kane se prepara para dar un salto adelante en su futuro. Prepara su nueva marca de ropa, «HK», para entrar en los derechos de imagen de un grande por todo lo alto. Imita a Cristiano. Desea ser su compañero. Darle goles y que se los devuelva.

Daniel Levy necesita dinero. Nacido en Essex hace 55 años, dirige el Tottenham desde 2001. Es un negociador muy duro, pero no rompe negociaciones un 31 de agosto. Necesita «el dinero de Kane» porque pidió un crédito de 441 millones para reconstruir White Hart Lane, que costará en total 710 millones.
Dos precedentes: Modric y Bale
Levy traspasó a Modric en 2012. Tras un verano de negociaciones arduas, Levy accedió a la transferencia de Luka Modric al Real Madrid el 27 de agosto de 2012. El traspaso rondó los 42 millones. El buen rendimiento del croata significó que en octubre de 2016 renovó hasta 2020.
En 2013 traspasó a Bale. Un año más tarde, Levy mantuvo otro verano al rojo vivo con el Real Madrid, que pretendía al galés. La operación se cerró el 2 de septiembre. El británico costó 91 millones, el segundo fichaje más caro de la historia, solo superado por los 96 que costó Cristiano. Ahora, Kane desea convertirse en la adquisición más cara de la historia del club que hizo legendaria la Copa de Europa.

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