Cuando Florentino Pérez llegó al Real Madrid en julio del año 2000 se juró hacer del club blanco el mismo equipo triunfal que con Santiago Bernabéu conquistó el mundo en los años cincuenta y sesenta. El actual presidente de la entidad se planteó como objetivos convertir de nuevo a la casa en el referente mundial deportiva y económicamente. Se planteó volver a ganar Champions habitualmente y aspirar a ella de manera perenne, cada primavera. Y lo ha hecho. Se planteó como segunda meta hacer una magna ciudad deportiva con una residencia que permitiera al Real Madrid tener una docena de campos de fútbol que alimentara a toda una cantera y dar cobijo, cama, educación y las mejores comodidades a los chavales que podían ser futuras estrellas. Se planteó como tercer reto ser el club de mayores ingresos del mundo. Conseguido. Y tenía en su cuarto puesto de actuaciones remodelar el estadio para transformarlo también en un coliseo de vanguardia, un espejo como sede de espectáculos, con las mejores comunicaciones, la tecnología más avanzada, el mejor wifi del mundo y unas gradas con buenos asientos y servicios. El lunes confirmó que el Bernabéu también será otro en 2020.
Estamos en democracia, gracias a Dios y al esfuerzo de muchos de nosotros, españoles, que somos grandes, muy grandes, demasiado grandes, como conmemora este 12 de octubre, y ahora Florentino tiene muchos más enemigos declarados, públicos y notorios, que Don Santiago, que vivió en una época más silenciosa. Pero con todos esos adversarios, esos que decían que Florentino no tiene un modelo de equipo, este dirigente ha ganado ya a escala internacional nada menos que tres Ligas de Campeones y ha sido semifinalista en siete ocasiones. Ha ganado un Mundial de Clubes y tres Supercopas de Europa. Y lo más importante, aunque muchos no lo vean, porque solo piensan en el balón, es que el Real Madrid es la sociedad deportiva que genera más ingresos del planeta. Este año han entrado en caja 620,8 millones de euros, cifra que será el presupuesto 2016-2017 que la Asamblea deberá votar el 23 de septiembre. en esa misma cumbre del madridismo, Pérez anunciará las renovaciones de Cristiano, Bale, Pepe y Modric, una vez firmada ayer la de Kroos hasta 2022.
El nuevo Bernabéu será otro estadio, muy distinto, levantado sobre los cimientos del que Don Santiago construyó y presentó al orbe en 1947. Costará nada menos que 400 millones de euros. Y se erigirá en un ejemplo de sede moderna de eventos.
Florentino Pérez prometió todas estas proyecciones de futuro, futbolísticas, baloncestísticas, estructurales y económicas, y a pesar de las dificultades lo ha logrado. Junto a su aspiración constante por tener un gran equipo y conquistar títulos en Europa, ahora le queda una asignatura pendiente: hacer un gran parque temático del Real Madrid en el gran área que rodea a la actual Valdebebas, terreno que también pertenece a la casa blanca.