Florentino Pérez siempre ha ido con la valentía por montera y muchos directivos se ampararon en ese valor para sumarse a las posturas del Real Madrid sin dar la cara. Es un hipócrita comportamiento que el club madrileño ha soportado demasiadas veces en sus luchas con la UEFA y con la Liga, pero ahora se ha vivido el colmo de la cobardía.
El Real Madrid llevaba negociando tres años con una quincena de entidades. Borja Prado y otro enviado especial del proyecto se han recorrido Londres, Manchester, Turín, Milán, París, Múnich, Dortmund y Barcelona para acordar la creación de la Superliga y sobre todo para hacer un frente común que negociara con la UEFA el cambio de la Champions, una revolución de la Copa de Europa en favor de hacer do divisiones continentales y disputar una liga europea mucho más interesante y con mejores partidos y rivales que esta Champions actual que, como dice Florentino Pérez, solo comenzaba a tener interés a partir de cuartos de final.
La UEFA de Ceferin ha hecho una Champions para que muchos equipos medianos cobren más dinero a cosa de una quincena de grandes que son los que producen el dinero televisivo. Y esos quince grandes estaban hartos de cobrar menos dinero del que la televisión producía, pues la UEFA se queda con un buen porcentaje para cobrar sus gastos. Es verdad una realidad: ¿Por qué la UEFA, como la FIFA, como el COI, no publican lo que perciben los dirigentes y los representantes anualmente? ¿Por qué UEFA, FIFA y COI no publican los costes de cada congreso, de todos esos viajes de cientos de personas durante varios días?
Los doce equipos firmantes de la Superliga veían que se queda mucho dinero por el camino, que no llega a los equipos que compiten en la Champions y en la Liga Europa. En esa Superliga, sin tanto intermediario, el 95 por ciento del dinero iba para los clubes, que son los que pagan a los jugadores.
Ahora, los gobiernos de Gran Bretaña e Italia han derrotado el proyecto, al igual que Macrom puso firme a Francia y el PSG nunca entró en el grupo. No nos extraña, porque la UEFA ha permitido al PSG hacer trampas legales para justificar los fichajes de Mbappé y de Neymar con cantidades astronómicas, 400 millones invertidos en los dos futbolistas, que no constan realmente en los presupuestos del París Saint Germain.
El PSG, con su negativa, ha cumplido y dado las gracias a la UEFA por esa permisividad. Mbappé fue pagado con un cheque de 150 millones de la Oficina de Turismo de Catar, cosa lógica como equipo de Estado que es. Sepan ustedes que el club francés tenía emisarios fijos para dialoar con la UEFA y sortear el Fair Play Financiero, que en su aso era dumping financiero. Y el Manchester City, que es otro equipo de Estado, de los Emiratos Árabes, ha hecho lo mismo. La UEFA le investigó, pero al final todo quedó en nada. Había muchos intereses económicos de por medio. El City se borró del grupo de los doce a la primera, que ha hecho más trampas en diez años que Ramón Calderón cuando dirigió, es un decir, al Real Madrid.
Florentino Pérez se ha sentido decepcionado por la flojera de muchos de estos clubes, que se han bajado del caballo cuando sus gobiernos se les han echado encima. Dejó entrever que Laporta y otros directivos debían salir a la palestra a defender y explicar, como él, el proyecto. Nadie ha salido. Todos escondiditos.
Dijo Florentino Pérez que el resto de directivos firmantes debían hablar también, no solo él. Citó a Laporta, esperando que el presidente azulgrana diera la cara ¿Saben lo que se dijo a nivel interno en el club barcelonés al día siguiente: que Florentino Pérez no tenía que marcarle la agenda a nadie. Estaban juntos en esta idea y ya se bajaban del tren sin haber arrancado. Esos eran sus compañeros de viaje.
Laporta ha estado escondido siempre. El Atlético se ha desmarcado en cuanto ha visto soplar el viento de levante. Agnelli tuvo que dimitir en la Juventus, pero ha dicho que el proyecto, tarde o temprano, será igual o parecido. Y tiene razón.
No se engañen: Florentino Pérez ha perdido una batalla, pero no la guerra. Todos, aunque sean cobardes, piensan que esta Champions es obsoleta, beneficia más a los equipos medianos que a los que producen el dinero de la televisión.
- Gerard Piqué y Ander Herrera: menudo ridículo–
Todos lo grandes equipos afirman, cobardes, que la Champions cambiará tarde o temprano. Pero les viene bien que Florentino Pérez ponga la cara y se la partan. Mientras tanto, todos bajo la portería, tapaditos.
Pérez puede haberse equivocado en elegir estos compañeros de viaje, pero es que no hay otros. Aunque firmaron un acuerdo vinculante, todos lo han violado en unas horas. Tienen menos aguante que yo con mi dentista. El presidente del Real Madrid es ahora vituperado por tirios, troyanos y mediopensionistas. Se habrá equivocado, pero lo que ha hecho es mover un árbol del que caerán nueces, hoy o dentro de tres años.
El dirigente madrileño ya ha visto la pasta de maricomplejines que tienen sus colegas. No aguantan un asalto. no tienen ni medio puñetazo. Y ahora salen los ricos como Piqué, creador de una Copa Davis elitista a más no poder, a defender al pueblo. Y muchos jugadores firmando su negativa cuando han visto el proyecto fracasar, a favor de viento. La arenga de Ander Herrera, jugador de un club que falsea cuentas y ficha con dinero del estado catarí, es alucinante.
Debería estar calladito Herrera, pues Javier Tebas no para de denunciar las trampas del PSG y del City, que viven con dinero que no es del fútbol. Por cierto, dinero de países dictatoriales que no rinden cuentas para pagar estos excesos. Si fueran democracias, no podrían pagar esos fichajes, pues los parlamentos prohibirían estos caprichos. Herrera, deberías callarte, pues cobras muchos millones de un dinero que no lo produce tu club.
Esas cosas, señores futbolistas ricos, se dicen antes, no el martes. Que aquí ya nos conocemos todos. Que huele mucho esto, señores ricos de pantalón corto. Que son unos blanditos, señores ricos de pantalón largo al frente de muchos de esos clubes firmantes.
Otros temas Tomás González-Martínel