Zidane cumple hoy 150 partidos al mando del Real Madrid. Lo hace en su regreso al cargo como técnico, tras una ausencia de diez meses que se ha notado mucho. Se marchó como campeón de la Champions en mayo, tres coronas en dos años y medio, y regresa con el objetivo de volver a llevar al Real Madrid a esas glorias deportivas que campean por España y por el mundo. Sumó nueve títulos en ese periplo. Vuelve para intentar recuperar la senda de los triunfos.
El mismo día del reestreno de Zidane en el Bernabéu, el hombre que le trajo al Real Madrid en 2001 cumple 900 partidos como presidente. Hace dieciocho años, Florentino Pérez le contrató en una servilleta. Pagó 74 millones de pesetas por él, récord de un traspaso en aquel momento. Superó los 62,25 millones abonados por Florentino Pérez al traerse a Figo desde el Barcelona al club madrileño. Dieciocho años más tarde, el dirigente ha presentado a Zizou por tercera vez, la segunda como entrenador. Es el mejor fichaje que ha hecho el presidente en su carrera presidencial, como él mismo admite. El futbolista que nunca le pidió un euro y le perdonó un año de contrato porque ya no se veía en condiciones de rendir. El técnico que no le pidió un euro cuando debutó en 2016 y que ahora, en una situación de mayor necesidad, tampoco le ha solicitado más dinero. Es la persona más honrada que Pérez ha conocido.
Florentino Pérez alcanza los 900 partidos a lo largo de dieciséis años de gestión, pues Calderón y Boluda dirigieron la entidad desde febrero de 2006 a junio de 2009. En este periodo ha conquistado cinco Champions y un total de 24 títulos en fútbol y 17 en baloncesto. El año pasado festejó las dos Copas de Europa en los dos deportes, una plusmarca mundial. Es bueno recordarlo cuando las cosas han salido mal. Hay que tener una visión de amplitud analítica, observadora, y no juzgar por un momento negativo. Pero el Real Madrid genera muchas envidias y el dirigente sabe que está en la diana de bastantes enemigos. Le estaban esperando y le han pegado fuerte en las dos semanas de la decepción.
El fichaje de Zidane es un golpe magistral para acabar con meses de resignación y recuperar la ambición. Todo el mundo lo ha reconocido, entre ellos los enemigos ancestrales de Pérez. Ahora es necesario reforzar un equipo ganador que necesita savia nueva para regenerase y volver a vencer. Sucedió con Di Stéfano en 1964, cuyo adiós dio paso a Pirri, Velázquez, Grosso, De Felipe y Sanchís, quienes junto a Gento y Amancio levantaron la sexta Copa de Europa en 1966. La historia se repite. Este Real Madrid vive una transformación y Zinedine es el comienzo de otra era.
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