Un profesional del Real Madrid manifestaba con razón que se cerraba una mejor temporada en la que el mejor resultado se produjo en Liverpool, hace tres semanas, en la goleada de los hombres de Jurgen Klopp al Barcelona, el enésimo fracaso estrepitoso de los azulgrana en Europa. El nuevo reto de Zinedine Zidane es volver a conseguir que la gran noche del Real Madrid sea la del Liverpool, pero la de Kiev en 2018.
El Real Madrid no se consuela como los tontos. No le val que el Barcelona caiga para justificarse. No le sirven los fiascos azulgranas para definir su temporada. Ja sido mala, como dice Zidane con crudeza, hagan lo que no hagan los demás. Y ahora, Zidane, que sabía que se gastaría en estos dos meses del final de un año horrible, comienza lo que él esperaba, una nueva era.
Afirma que no va a tener casi vacaciones, que estará trabajando con el club para formar su plantilla. Faltará como mucho una semana, diez días, en los que continuará hablando con José Ángel Sánchez para definir su futuro grupo de futbolistas. Descansará en algunos fines de semana más, con el teléfono en ristre. Todo con el objetivo de firmar un plantel que sea de nuevo competitivo.
Rodrygo, Militao y Hazard son sus primeras novedades del siguiente equipo. Vinicius es para él otro nuevo jugador. Brahim es su nueva esperanza ofensiva. Fede Llorente, su adalid joven en un centro del campo veterano. En la intrahistoria del vestuario queda el enojo de Zidane en Anoeta, donde echó la bronca a sus pupilos por su falta de rendimiento.
Su primer propósito es fichar un delantero. Jovic se pone difícil por el precio, pero estamos en mayo. El segundo frente es contratar a dos centrocampistas. Los principales deseados por el francés son Pogba y Eriksen, y en segunda línea esperan N’Ddombelé, Rabiot y Pjanic. En defensa, contratado un central de futuro como Militao, quiere integrar entre sus elegidos a Ferland Mendy, el lateral izquierdo francés de la selección campeona del mundo.
Ese es su plan. Courtois, Ramos, Carvajal, Odriozola, Ramos, Varane, Marcelo, Casemiro, Kroos, Modric, Benzema, Asensio y Vinicius son los únicos futbolistas del actual plantel, trece, que tienen plaza asegurada en el siguiente proyecto.
Marcelo fue claro en el adiós al curso: «Pedimos perdón, pero el Real Madrid volverá a ser el de siempre».
Ganar la Liga es el gran fin de Zidane: descarta a los jóvenes como Llorente, Ceballos y Reguilón para el futuro porque su meta es un equipo curtido, hecho, para ganar títulos inmediatamente. Tras el fracaso de esta campaña, el francés opina que la entidad no puede esperar más tiempo a volver a los éxitos. Sus próximas dianas son la Liga y la Champions. Y necesita hombres curtidos con Hazard para ello.
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