Muchos directivos y jugadores del Real Madrid no durmieron durante la noche posterior al clásico. La adrenalina se escapaba por los motores del avión de regreso a la capital de España y la indignación con el cuerpo arbitral impedía cualquier atisbo de relajamiento.
Era imposible intentar cerrar los ojos cuando pensaban en el fuera de juego señalado a Mendy y en los dos penaltis sufridos por Varane en el Camp Nou. Los dirigentes del club blanco dejaban clara una posición de partida: la entidad no se queja por los errores arbitrales, que son humanos, se queja porque no se usa correctamente el VAR y porque no hay transparencia sobre los contenidos de las conversaciones entre el árbitro y el responsable del videoarbitraje, focalizado en Las Rozas. El Madrid se queja porque se siente ninguneado, al igual que otros clubes. Un directivo de la entidad expuso esta frase lapidaria: «Con VAR o sin VAR, todo sigue igual, siempre vemos lo mismo, nada ha cambiado en veinte años».
El Real Madrid quiere escuchar quiere escuchar los diálogos entre De Burgos Bengoetxea, responsable del VAR, y Hernández Hernández, el colegiado del clásico. Y lamenta que desde el Comité de Árbitros no exista la transparencia de la que presume en su nueva etapa para hacer públicos esos audios y aclarar las situaciones y los comportamientos de interacción entre el VAR y los árbitros.
El Real Madrid va a dialogar con la Federación Española de Fútbol para que le dejen escuchar la comunicación que mantuvieron Hernández Hernández y De Burgos Bengoetxea con el fin de conocer qué hablaron entre ellos y por qué no se visionaron esas dos jugadas que fueron penalti sobre Varane, cometidos por Lenglet y por Rakitic en el coliseo azulgrana. Reflexiona que si Rubiales y la Federación abogan por la transparencia en el fútbol español deben hacer público ese diálogo y descifrar las razones por las que la tecnología que hay ahora mismo en el fútbol no se aplica en las jugadas clave.
Esa pasividad, esa inactuación, alimenta las sospechas del vulgo popular y hasta de los profesionales. Los pupilos de Zidane sufrieron esta misma carencia de reacción en los penaltis cometidos sobre Vinicius en Villarreal (2-2) y sobre Brahim en Mallorca (1-0), para indignarse también cuando no se pitó el penalti del bético Feddal en el Bernabéu (0-0) por unas manos que en otros partidos se consideraron pena máxima indiscutible. Fueron cinco puntos perdidos a los que ahora se suman los dos que dejaron de obtener en el Camp Nou. Solo esperan que estos dos puntos que se le escaparon en Barcelona no decidan el campeón de Liga.
Ante esta distinta manera de ver las cosas, el vestuario madridista mastica una sensación de frustración y de impotencia. Asumen ya desde hace años que viven en una competición en la que el viento sopla de un solo lado. Es curioso comprobar cómo los más veteranos tienen que explicar a los nuevos, a Hazard, a Mendy, a Rodrygo, a Militao, qué es lo que sucede en la Liga que se considera la número uno del mundo. En arbitraje está en segunda división.
BARTOMEU INFLUYÓ CON SU CARTITA. PODRÍA MANDAR AHORA OTRA A RUBIALES
Las preguntas clave que se hace el Real Madrid ante la falta de acción del árbitro y del VAR en el clásico son cuatro, en un intento casi maquiavélico de intentar comprender esos fallos tan grandes, SON LAS SIGUIENTES: ¿De Burgos Bengoetxea alertó a Hernández Hernández de los penaltis y el canario no hizo ni caso? ¿De Burgos Bengoetxea no abrió la boca y no avisó al colegiado de esas jugadas polémicas? ¿A ninguno de los dos le pareció que sucedió nada en las áreas? ¿Alguien en el Comité de Árbitros puede dar luz al Real Madrid sobre esta polémica?
El miedo a señalar esos penaltis hace reflexionar en el madridismo que la carta que Bartomeu envió a Rubiales por el arbitraje de Anoeta surtió efecto. No se atrevieron a tomar decisiones importantes que perjudicaran al Barcelona. El que no llora no mama. El Real Madrid ya denuncia públicamente desde su web.
Las cinco preguntas clave que el Real Madrid desearía tener respondidas:
1. Dos penaltis: ¿El VAR alertó al colegiado?
El Real Madrid desea saber si De Burgos, responsable del VAR, alertó a Hernández Hernández de las dos jugadas.
2. ¿El colegiado no hizo caso al jefe del VAR?
El club blanco quiere conocer si, por el contrario, el colegiado no hizo caso a De Burgos.
3. ¿El jefe del VAR no le aclaró nada?
Se analiza si es posible que el jefe del VAR no profundizara en ambas jugadas, dijera que no eran nada claras y que no debían ser penaltis.
4. ¿Hablaron ambos y a ninguno le parecieron penaltis?
En este caso, serían errores arbitrales graves y recíprocos.
5. ¿El Comité de Árbitros puede dar luz al caso?
El Real Madrid solicita que el Comité le informe sobre lo que realmente sucedió.
Siete puntos perdidos. Los otros errores arbitrales
SIETE PUNTOS PERDIDOS
Los dos puntos que el Real Madrid perdió en Barcelona por esos penaltis no señalados suman la lista de agravios a siete puntos escamoteados. Estos son los otros cinco que volaron por decisiones y pasividades de árbitros y responsables del VAR.
1. Penalti a Vinicius en Villarreal (2-2)
El 1 de septiembre el Real Madrid empató a dos goles en Villarreal, pero el árbitro, Gil Manzano, no castigó un claro penalti, por derribo, de Albiol sobre Vinicius, en el minuto 88. Ni el VAR tampoco le advirtió. Luego, Gil Manzano expulsó a Bale. Dos puntos perdidos.
2. Penalti a Brahim en Mallorca (derrota, 1-0)
El 19 de octubre el Real Madrid perdió 1-0 en Mallorca y hubo un claro penalti cometido sobre Brahim, por agarrón de Salva Sevilla. Ni el árbitro, Alberola Rojas, ni el VAR, con Iglesias Villanueva, sancionaron ni visionaron especialmente la jugada. Un punto perdido.
3. Penalti de Feddal en el Real Madrid-Betis (0-0)
El 2 de noviembre el Real Madrid empató sin goles frente al Betis en el Bernabéu, pero en el minuto 81 llegó la polémica: centró Benzema y el balón dio en la mano de Feddal, que la tenía estirada debajo del cuerpo. No se pitó el penalti. Dos puntos más perdidos.