El Manchester United lleva tres meses mareando la perdiz y ha acabado por marear a De Gea, que no jugó el primer partido de la Premier en un síntoma evidente de una situación insostenible. Ed Woodward, director ejecutivo del club inglés, ha pedido al Real Madrid nada menos que 40 millones por un futbolista que finaliza contrato dentro de diez meses, y el equipo español le ha dicho claramente que nunca pagará ese dinero. Los ingleses han mantenido una falsa postura de dureza que ahora se ha resquebrajado de golpe cuando Van Gaal no ha alineado al guardameta en el estreno de la Liga más cara del mundo. Las palabras de continuidad de David de Gea durante una temporada más, aunque después se marche gratis, han quedado desmentidas por la actuación del entrenador, que no ha visto cómodo al jugador y le ha descartado.
El técnico holandés, recto, pero sincero, admite que el portero madrileño no puede continuar así. Debe quedarse o ser traspasado ya. No debe seguir en un estado de desconocimiento de su futuro. Van Gaal no ha escuchado decir al Manchester United con firmeza que De Gea se queda. El club británico ha querido jugar con el Real Madrid, para obtener más dinero, y con quien ha jugado realmente es con su futbolista, que soporta una realidad difícil. La decisión del máximo responsable deportivo del conjunto inglés ha desmentido a la institución que le paga. Basta ya de dar tantos rodeos estratégicos, pues el Real Madrid no ha entrado al capote. Conoce esto casos, que se alargan en el tiempo. La casa blanca ha fichado a Kiko Casilla, tiene dos buenos cancerberos y lo que no tiene es prisa. No sufre ansiedad. La ansiedad se ha dado la vuelta como un bumerán y ha consumido al Manchester y al propio guardameta.
El reloj, en efecto, juega a favor del Madrid. De Gea vendrá o no, pero el equipo español pagará como máximo 25 millones de euros. Y de ahí no se moverá. La operación se hará en una, dos o tres semanas, si el club británico quiere. Y con ese precio. Ya no valen más tácticas dialécticas. La estrategia de Woodward de dilatar el caso para poner nervioso al Real Madrid ha salido fatal. Quien se ha puesto tenso es el futbolista. Y Van Gaal lo ha reconocido. Que lo traspasen o no, pero que lo decidan ya. El Madrid se quedará tan a gusto con Casilla y Keylor si no hay acuerdo. El Manchester es como el algodón, ya no engaña.
Otros temas Tomás González-Martínel