Michel Platini revolucionó la UEFA con el desarrollo de la actual Champions y el invento de la Europa League. Su meta era que más equipos del continente se beneficiaran de las competiciones continentales y los ingresos televisivos. A su vez ha impuesto el control económico y financiero en los clubes para que no gasten lo que no tienen.
En principio, a los grandes no les venía bien un presidente tan repartidor de dinero. Al final, los hechos han demostrado que si los equipos se gestionan bien, todo es mejor. El Real Madrid puede decir con orgullo que Platini, la UEFA, le ha elegido como ejemplo de gestión ante Europa y el mundo. Sus porcentajes de gasto salarial son los menores del continente y sus ingresos, los mayores. El Barcelona y el Manchester City no cumplen con los requisitos marcados por el máximo organismo del fútbol europeo y tendrán que cuidar sus economías.
Ahora, Platini ha sido sancionado por tres meses. Infantino, secretario genera de la UEFA, ha solicitado a la FIFA que estudie pronto la Apelación del francés para saber si puede continuar su carrera como candidato a dirigir la FIFA como sucesor de Blatter, que le ha hecho una mala jugada en su adiós. El suizo ha sacado ahora a la luz de la prensa el contrato que pagó a Platini en 2011 por unos trabajos realizados para la FIFA entre 1998 y 2002. El helvético ha golpeado con dureza a Platini por apoyar a Ali bin Hussein en las elecciones del pasado mes de mayo.
Platini seguirá o no en la UEFA o en la FIFA, pero su labor ha sido buena al frente del fútbol del Viejo Continente. Ha modernizado la Champions. Los arbitrajes han mejorado ostensiblemente, ya no son tan vergonzosamente caseros. Y el control financiero ha frenado las locuras de muchos directivos. El Real Madrid ha ingresado 540 millones este año bajo ese control. Buen ejemplo de lo que se puede hacer con vigilancia del ente del fútbol europeo.
Otros temas Tomás González-Martínel