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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Chendo y su caño a Maradona, esencia del Real Madrid de ayer y de hoy

Tomás González-Martínel

Miguel Porlán Chendo se hizo mundialmente famoso por anular a Maradona en un Bernabéu sin público y por hacerle un caño que hoy, dada la falta de educación del argentino en Madrid, sabe mejor al madridismo.
El delegado de campo actual del club blanco fue un magnífico lateral derecho de potencia y eficacia destructiva. Internacional, su principal virtud era maniatar al mejor jugador del rival. Chendo dejó seco a Diego Armando. Y el Real Madrid obtuvo una victoria por 2-0, el 16 de septiembre de 1987, que decidió la eliminatoria, pues en Nápoles empató a un gol.
Aquel Real Madrid de 1987 reflejaba la esencia eterna del club. El espíritu de Di Stéfano y Marquitos en los años cincuenta. La sangre de Pirri y la calidad de Velázquez en los sesenta. Luchador, aquel Real Madrid mezclaba el físico de Chendo y Solana con la técnica de Míchel, Gordillo y Butragueño, más la capacidad rematadora de Santillana y Hugo Sánchez.
Hoy, Zidane quiere que su Real Madrid mantenga esa esencia de aquel Madrid de Beenhakker. La fuerza la ponen Casemiro, Carvajal y Varane. La calidad la fabrican Modric y Kroos. El remate es de Cristiano. Si observan la situación con reflexión, la esencia del equipo es la misma. La que consiguió once Copas de Europa. El caño de Chendo a Maradona es el esencia de la entrega que tiene el jugador del Real Madrid, que crecido en el éxito de su sacrificio total se atreve a regatear al futbolista que se considera número uno del mundo. Aquel caño fue el punto máximo de ebullición de una idiosincrasia. Chendo, un hombre de fuerza cuasi bruta, remató a Maradona con una dosis total de técnica. Para bajar humos y prepotencias. Al menos en el campo. Porque ayer, en la capital de España, treinta años después, fue borde hasta consigo mismo.
Hoy, el número uno del mundo lo tiene Chendo a su vera, en las fichas que entregará hoy al árbitro. Se llama Cristiano. Le podrán hacer un caño un día, pero el portugués lucha a tope para romper las defensas con velocidad y desmarques. El luso expresa también en su fútbol la pelea del Real Madrid por alcanzar su meta. No se pasea por el campo. Le saldrá bien o mal, pero trabaja.
El Real Madrid de Zidane tiene el ADN del Real Madrid de 1987, el de la quinta del Buitre. El de 1955. Lucha y clase. Y voluntad sin fin hasta el último minuto. En aquel Real Madrid de la quinta, Santillana y Hugo eran los tanques ofensivos que traducían esa calidad en goles. Lo hacían sin florituras. Esa mezcla es el secreto histórico del club. Kopa y Lesmes. Zoco y Amancio. Casemiro y Marcelo.
Hoy, Chendo piensa anular psicológicamente a Maradona, que estará en el palco. Ese es el espíritu del club. Le ha anulado ya con las publicaciones que los periodistas hemos hechos en estos días. Mientras Chendo se porta con educación, Maradona empuja a periodistas. El espíritu del Real Madrid es no perder las formas en ningún momento.

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