Es un jugador de alcurnia. Un placer en el campo. Un orgasmo en la grada. Asensio, como Isco, es aplaudido por propios y por adversarios, porque su clase trasciende los colores. El Real Madrid le pretendía otorgar más galones esta temporada y el chaval se los ha ganado sin tener que dárselos.
Marco es un lujo del fútbol. Un espectáculo. Da gusto verle jugar. Mientras Benzema y Bale se encuentran todavía lejos de su mejor estado de forma, el mallorquín es la esencia de este Real Madrid que aún no ha adquirido la forma. El conjunto de Zidane perdió 2-3 frente al Barcelona. Florentino Pérez le define bien: «Asensio nos encanta porque es distinto. Cuando coge el balón solo piensa en regatear al rival, es vertical». El centrocampista empató el encuentro frente al Barcelona, el 2-2, con un golazo de estrella. Cogió la pelota en terreno madridista y recorrió sesenta metros para hacer una pared y remachar la diana con un tiro colocado.Fue un gol similar al que consiguió frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán a principios de año. La clase del balear es impresionante. Es distinto, sí. Lo más difícil es que corre a mucha velocidad con el balón controlado en sus pies y dribla a sus rivales porque le encanta.
No sabe hacer centrocuentismo, es vertical, caza el esférico y aborda al adversario con la sana y única intención de regatearle. El presidente del club blanco destaca que siempre hace cosas diferentes, nunca intenta algo vulgar. Tiene el balón y solo quiere superar al rival, pasarle, regatearle. Así es.
En esta precampaña de las dudas, Asensio es el jefe de la esencia del Real Madrid. El mallorquín, Keylor, Kovacic e Isco han sido lo mejor del campeón de Europa en esta pretemporada. Pero Marco está destinado a las más altas cotas, a ser una estrella del Real Madrid. Su coste fue de 3,9 millones de euros. Comparen, vean y si encuentran algo mejor, cómprenlo.