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Blogs Tiro al blanco por Tomás González-Martín

Adiós a Luis Palmero, el creador de futbolistas

Tomás González-Martínel

El mundo del fútbol es un foco rutilante de estrellas que se  crean en el trabajo anónimo de muchas personas que no salen en la foto y que son los culpables de que jugadores como Carvajal y Morata lleguen a lo más alto partiendo desde las categorías inferiores del club. Luis Palmero es uno de esos hombres que han ayudado a muchos futbolistas a llegar arriba sin que su nombre sea conocido para la mayoría de los aficionados. Luis se dedicó durante un cuarto de siglo a convertir a chavales con calidad en jugadores de verdad.

En la vieja Ciudad Deportiva, Luis vio, observó, valoró, analizó e hizo mejorar a muchos chicos para perfeccionarles sus defectos y hacerlos futbolistas. Y sobre todo les enseñó el espíritu de superación que suscita el Real Madrid. Les hizo ser fuertes, no quejarse y sacrificarse para evolucionar. Les inculcó el lema que define la idiosincrasia del Real Madrid: solo jugamos para ganar.

Esa exigencia de jugar para vencer crea una estirpe de futbolistas que luchan hasta el descuento de cada partido para conseguir la victoria. El gol de Ramos en la final de la Décima se debe a esta voluntad de lucha sin fin que es el Real Madrid. Es el ejemplo de lo que supone ser de este club. Palmero defendió y alimentó esa moral incansable en los muchachos que ahora perpetúan todos los entrenadores de la Fábrica de valores de Valdebebas.

Luis ha fallecido a los 68 años. Llegó al Real Madrid en 1984. Trabajó en diferentes responsabilidades de la cantera madridista en dos etapas. Dedicó media vida al Real Madrid. Ahora, desde el cielo, les pedirá a Di Stefano, Marquitos, Velázquez, Zoco, Grosso y De Felipe que le ayuden a transformar a todos esos ángeles vestidos de blanco en jugadores, porque son unos angelitos, pero al balón le pegan muy mal. Y tienen que jugar la próxima semana un partido contra el equipo que ha formado Luis Aragonés, que se forjó en la cantera madridista, es un gran amigo de Alfredo y quiere convertir los ángeles en rojiblancos. Dice Luis Palmero que ha visto a un tal Jesucristo por allí que demuestra hechuras. Seguro que lo convierte en otro Di Stefano.

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