La Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable «Galicia» VII (Brilat) nos informaba ayer de una de las misiones más desconocidas que efectúa el Ejército, hombro con hombro, con la Armada y sus infantes de Marina: la vigilancia de los bosques gallegos para evitar la acción de pirómanos y actuar con celeridad ante los incendios.
Es la Operación «Centinela Gallego» y desde el pasado 15 de julio, las patrullas -realizadas durante las 24 horas del día- han recorrido unos 200.000 kilómetros y han dado más de 30 avisos, nos informan.
«Hasta la fecha, más de 200 militares han participado en la operación, siendo los pertenecientes a unidades de la Brigada Ligera Aerotransportable (Brilat) los que han patrullado en las provincias de Pontevedra y Orense, mientras que los efectivos del Tercio Norte de Infantería de Marina, con sede en Ferrol, lo han hecho en la provincia de La Coruña».
Una vez efectuada esa alerta temprana por parte de los efectivos del Ejército y la Infantería de Marina, son los servicios de extinción de la Xunta de Galicia los que actúan. Esta Operación «Centinela Gallego» es un ejemplo más de esas misiones desconocidas por los ciudadanos que por no realizarse en el exterior (Afganistán, piratería en el Índico, Líbano…) no obtienen el merecido valor de reconocimiento en medios de comunicación.
«La percepción ciudadana y su apoyo a las patrullas también es buena, ya que sus tareas de vigilancia y disuasión -en colaboración con las autoridades civiles, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y los servicios de la Xunta- han contribuido a la prevención de incendios forestales», subraya el comunicado de la Brilat que otro año más está ahí al pie del cañón para evitar que lo más preciado, nuestros montes y bosques, desaparezcan.
Otros temas Esteban Villarejoel