Con la firma del nuevo convenio de cooperación de Defensa con EE.UU., España vuelve a reafirmarse como uno de los principales enclaves geoestratégicos para Washington desde el punto de vista militar.
Y lo será para dos de los tres escenarios que desde el punto de vista de la seguridad más le preocupan al Pentágono: Oriente Medio (con proyección hacia Asia Central) y Magreb-Sahel (ídem hacia Golfo de Guinea).
Salvo el escenario del Pacífico, al cual Washington pretende prestar más atención, “cualquier intervención militar en esos escenarios pasa por España, cuya situación geográfica sigue siendo prioritaria”, explican fuentes estadounidenses.
Actualmente EE.UU. cuenta con militares en la base aérea de Morón (Sevilla) -un máximo de 500 efectivos y 75 civiles- y en Rota -4.250 efectivos y 1.000 civiles-. Además el anterior convenio preveía un despliegue temporal de 2.285 militares en ambas bases.
A estas cifras se sumarán ahora unos 1.100 militares que compondrán la dotación de los cuatro destructores que tendrán su base permanente (al menos hasta 2020, según lo firmado por Morenés y Panetta) en las instalaciones españolas de Rota (Cádiz).