Junto a Curro Romero, gran estrella fotográfica de la recepción posterior al desfile militar por el Día de las Fuerzas Armadas, en el Casino de la Exposición de 1929, el otro gran asunto de los corrillos tras el brindis de Su Majestad el Rey fue precisamente el titular de esta pieza: «¿Repetirá Margarita Robles como ministra de Defensa?», una pregunta que fluía en las conversaciones sobre el próximo Ejecutivo.
Y, claro está, sobre ello nadie ofrecía ni euro para apostar, «ya que la decisión está solo en la cabeza del presidente del Gobierno». Esta era la respuesta más institucional que se ofrecía. Eso sí, todas las fuentes militares sondeadas confiaban en irse de vacaciones en agosto con un Gobierno ya formado. «Dicen que será a principios de julio. Esperemos».
Otros, más «arriesgados», hacían cálculos sobre los tiempos y la posibilidad de que la independiente Robles se mantuviese al frente del Ministerio como un «puente» hacia otro cargo de relevancia en el Poder Judicial (¿Constitucional? ¿Consejo General del Poder Judicial?…).
Fuera como fuese, la propia ministra (en funciones ahora) tuvo que responder a esta cuestión en la habitual entrevista que concedió a TVE antes del desfile militar.
«Es prerrogativa del presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, decidirlo», dijo. Recalcó sentirse «muy honrada» de este año y «profundamente orgullosa» de los «hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas»: «Francamente es un honor ser ministra de Defensa», apostilló para luego resaltar su compromiso con España.
En definitiva, todo está abierto. A la espera de que Pedro Sánchez configure su Gobierno, para lo cual deberá contar con el apoyo de otras fuerzas políticas. Sobre este asunto, Robles abogó por «dejar de lado los intereses partidistas» para formar «un gobierno estable» en referencia a la negociación para la investidura. ¿Una posible coalición con Podemos? «Estamos abiertos a los pactos de Estado con todas la fuerzas políticas democráticas y que respeten la Constitución».
Volviendo a los «corrillos», junto al relevo (o no) de la ministra también estaba presente una posible renovación (o no) de otros cargos como el director de Centro Nacional de Inteligencia (CNI), el general Félix Sanz Roldán, en el cargo desde hace diez años y al que se le presupone el relevo el próximo mes de julio.
La cúpula militar al completo estuvo también presente en los actos del Día de las Fuerzas Armadas con el jefe de Estado Mayor de la Defensa, general de Ejército Fernando Alejandre, a la cabeza. También los jefes de Tierra (el general Javier Varela), Armada (el almirante Teodoro López Calderón) y Aire (el general Javier Salto).
La recepción también contó con la representación de empresas de la industria de defensa, que esta semana celebraron la primera feria internacional en Madrid.
Así, se encontraban los directivos de la patronales Tedae, Jaime de Rábago, y Aesmide, Gerardo Sánchez Revenga, y de empresas como el astillero Navantia, Susana de Sarriá, la aeronáutica Airbus, Alberto Gutiérrez, el constructor de blindados General Dynamics-Santa Bárbara Sistemas, Antonio Bueno, la empresa Escribano Mechanical & Engineering, Ángel Escribano, o el consorcio de misiles MBDA, Daniel García-Guelbenzu.
Otro de los asuntos de los «corrillos», a los que se refirió también en la entrevista la ministra Robles fue la decisión del Gobierno de retirar a la fragata Méndez Núñez del Grupo de Ataque del portaaviones Abraham Lincoln.
«El acuerdo sigue vigente, no se ha roto. Sólo que nos hemos apartado de la zona del golfo», explicó una fuente militar que detalló que Mascate (Omán) será la siguiente parada de la fragata tras su paso por Bombay (India), adonde se dirigió para que sus 200 marinos pudieran ejercer el derecho al voto.
Robles justificó a TVE su decisión de retirar a mediados de mayo la fragata por la escalada de tensión en Oriente Próximo y el cumplimiento de la misión:
«Cuando salga de sitio peligroso o del Golfo se puede seguir trabajando con ellos, pero lo importante es que la misión pactada ya se ha hecho y está cumplida prácticamente en su totalidad», aseguró.
Para la ministra de Defensa la misión era «de adiestramiento en el marco del quinto centenario» de la hazaña de vuelta al mundo de Magallanes-Elcano. Fuentes militares consultadas destacaron que, efectivamente, el juego verbal del presidente estadounidense, Donald Trump, amenazando con bombardear Irán, decidió la postura española de retirada temporal. No obstante, desde España no se tiene constancia de que el portaaviones Abraham Lincoln entrase finalmente en aguas del Golfo Pérsico.
«Las dos partes, tanto el gobierno americano como el gobierno español, daban libertad a cualquier parte para tomar las decisiones», defendió la ministra.
España Esteban Villarejoel