¿Se acuerdan que un día un dictador, pongamos por lugar Siria, utilizó armas químicas para combatir a unos «rebeldes» contra su satrapía? Pues bien, aunque hace casi un año parecía que ese dictador tenía las horas contadas, ahora todo parece lo contrario… e incluso puede llegar a ser útil para combatir al autoproclamado califato del ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria), del cual eran parte algunos de esos «rebeldes».
Las armas químicas y su utilización es un hecho irrefutable. Tanto que estos días en un puerto del sur italiano, Gioia Tauro (Calabria) se realiza la complicada maniobra consistente en depositar las últimas 600 toneladas del arsenal químico de Bashar el Asad -transportado desde Siria por el carguero danés «Ark Futura»- en el MV «Cape Ray» de la US Navy, encargado de destruirlo en alta mar en el Mediterráneo.
El proceso de neutralización de los restos por parte del buque de EE.UU. podría durar varios meses. El cargamento de la nave danesa que llegó al puerto italiano está compuesto de 78 contenedores que contienen 20 toneladas de gas mostaza y el resto de gas sarín, informa Efe.
Las operaciones de traslado a la embarcación estadounidense se completarán en las próximas horas y serán supervisadas por 35 marines y 64 químicos del Centro Químico y Biológico Edgewood del Ejército de EE.UU.
Se trata del último cargamento de armas químicas declaradas por el régimen de Al Asad y salió el pasado 23 de junio de territorio sirio para su destrucción en el extranjero, en cumplimiento del acuerdo internacional para desmantelar ese arsenal.
A esta operación ha contribuido también la Armada española: el patrullero «Infanta Elena» escoltó al MV «Cape Ray», con base temporal en Rota, durante su tránsito por aguas del Estrecho de Gibraltar, finalizando su misión al alcanzar «aguas libres» en el mar de Alborán.
Sígueme: @villarejo
EspañaInternacional