Me encantan los planes de chicas. Debe de ser la edad (y mi estatus, claro), porque antes me gustaban más los planes donde había chicos!!! Pero la copita de última hora de la tarde con amigas, empieza a convertirse en (casi) una terapia. Es el único momento del día en que no tengo presentaciones de belleza, ya he cerrado el ordenador (al menos por un rato), no hay tiendas abiertas donde hacer recados o la compra, y mi familia no ha llegado aun a casa para cenar. En definitiva: es MI MOMENTO, con mayúsculas.
Y, si además, durante ese rato, puedo aprovechar para hacerme algo pendiente (una manicura, un golpe de peine…) mejor!
Por eso, Malavana va a ser uno de mis centros de peregrinación a esas horas.
Se trata de un salón de belleza decorado como el salón de una casa (o mejor), con una barra de infusiones, vinos o copas, que pretende convertirse en un lugar de desconexión donde poder peinarse, hacerse una pedicura o maquillarse al salir de trabajar, y antes de ir a una cena, por ejemplo!.
(recepción)
(espacio de maquillaje)
“No tenemos horarios, cuando la mayoría de espacios de bienestar ya han cerrado sus puertas, nosotros ofrecemos todavía la posibilidad de disfrutar de unas horas de relax absoluto”, me cuenta Melany, la encargada del área de peluquería. “La única condición es que llaméis para pedir cita previamente y mantengamos el salón abierto, pero si alguien aparece sin reserva y hay hueco, por supuesto que le atendemos encantadas”.
Es el sitio ideal para hacer un alto durante la jornada de trabajo y aprovechar ese tiempo para poneros guapas mientras os tomáis una copa de Abariño. O para cargar pilas con un capuccino si estáis de compras por la zona, y de paso, depilaros las cejas.
(espacio para manicura)
¿Que tenéis ganas de relajaros tras una mañana estresante? Reserváis 2 o 3 horas de mimos en la cabina privada de faciales y corporales – donde trabajan con grandes firmas como Carita y Decleor– y os entregáis al más puro hedonismo.
¿Queréis un corte diferente o una mechas baby light? Os ponéis en manos de Melany, que trabaja el pelo (y el color) como los ángeles (viene de Alberto Cerdan, que además es socio del salón, y no se puede tener mejor escuela).
Luego pasáis por el sillón de lavado de pelo, probablemente el más cómodo en que habréis estado nunca!!! Porque, ¿cuantas veces habéis acabado con dolor de cuello, y de paso, de cabeza, porque el lavacabezas os cortaba la circulación? Este se regula a la altura de cada cliente, y además tiene masaje, pero del que relaja, no el que decide que puede arreglarte (y la mayoría de las veces, destrozarte) la espalda en los 10 minutos que dura un lavado!
(sillones de peinado, y al fondo, los de lavado)
Para las manos y pies está Evelyn, a la que conozco desde hace años porque estaba en Sai Tei, uno de mis centros de referencia de mani-pedis de Madrid. La recuerdo muy exigente con la calidad de los productos que utilizaba, y sigue siendo igual: como a mi, le gustan los esmaltes CND y el esmaltado semi permanente de Shellac. “Para que no se estropeen las uñas de tanto aplicar y retirar el permanente, lo que hago muchas veces es simplemente “rellenar” la base y así prolongamos el resultado sin usar tantas veces la acetona pura”, me explica (y me gusta la idea). También me cuenta que el retirado de esta firma no requiere limar la primera capa del esmaltado, por lo que se evita ese calor extra que se le da a la uña, y que hace que la acetona que se usa después, estropee más la uña. “Y el contacto con la acetona es de solo 2 minutos, mas corto que con otras marcas, por lo que no da tiempo a que se reseque la cutícula”, me aclara.
¿Más? El interiorismo lo ha hecho La Nave Home, un estudio formado con varias ex “becaras”, y todo se vende!! De modo, que si os apetece una lámpara, escultura, mueble o espejo, os lo podéis llevar debajo del brazo. Que ya se ocupan ellas de reponerlo para que el espacio cambie cada semana, mes o temporada.
También tienen vitrinas con diferentes objetos a la venta, que irán cambiando periódicamente. En estos momentos tienen una firma de bisutería a base de piedras semipreciosas sin tallar, que esta triunfando en Estados Unidos.
Como veréis, estamos ante un concepto rompedor que merece la pena descubrir.
¿Ejemplos de precios? Lavar y marcar, 30€; manicura normal, 25€; manicura semipermanente Shellac, 39€.
Y la dirección, calle Almirante, 19. Madrid. Tel: 910 822 217
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