Con motivo de su presentación de como embajadora de los cepillos Clarisonic, la sevillana me concedió los pocos minutos que tuvo entre las ruedas de prensa, para desvelar algunos de sus secretos de belleza.
La primera evidencia, sin necesidad de que Eva González dijera la primera palabra, es su don para conquistar a la cámara. Posa para el objetivo de nuestro fotógrafo, y 3 disparos más tarde escucho, “lo tengo”. No es casualidad que esta sevillana de Mairena del Alcor, que iba para trabajadora social, haya acabado ganándose la vida bajo los focos. Pero hace 12 años, cuando le colocaron la banda de Miss España, no imaginaba que acabaría siendo una de las presentadoras con más éxito de la televisión y el rostro de las mejores firmas de belleza. “Yo no elegí este camino –asegura-, me ha ido llevado la vida”. Y se nota que es feliz con el sendero por el que discurre su día a día. Aunque no tenga fin.
De lunes a viernes vive encerrada en un estudio (o en un coche, cuando toca rodar en exteriores), grabando la tercera temporada de Master Chef; los fines de semana discurren entre el Ave y el plató donde presenta “Se llama Copla”. Lo mismo desfila con trajes de flamenca, que posa con un bikini de una firma conocida de ropa interior o rueda spots publicitarios. Y ahora, ejerce de embajadora de los cepillos Clarisonic. Yo me he cansado solo con escribirlo y sin embargo, en el rostro de la entrevistada -y en la energía que desprende -, no se acusa esta frenética agenda.
¿Qué hace Eva González para que parezca siempre que acaba de dormir 12 horas?. “Intento llevar una existencia ordenada y el poco tiempo de que dispongo, lo dedico a descansar”, cuenta. “Durante la semana me levanto a las 7 de la mañana para grabar Master Chef, y el fin de semana, sin embargo, me acuesto a las tantas porque termino de presentar el programa de Canal Plus a las 2 de la madrugada. Puede que no se refleje en mi rostro pero sí en mi vida personal, porque el domingo, cuando llego a casa, me “muero” en el sofá y solo me apetece tragarme una peli”.
En su cintura tampoco hay asomo de esas horas de butaca y sí las de actividad. “No hago gimnasia, pero no paro. Durante los rodajes, estoy siempre cantando, bailando, dando saltos…no me estoy quieta ni un momento”, dice entre risas. ¿Y dieta? “Tengo la suerte de que no me hace falta. Me encanta comer, y disfruto mucho con la gastronomía. Y más ahora que vivo entre fogones”. Como buena andaluza, le gusta cocinar, pero no encuentra el tiempo para poner en práctica lo que aprende, de primerísima mano, con los maestros que tiene a su lado. “Ahora que sé más, tengo menos tiempo”, se queja. “Solo cocino “de batalla”, para alimentarme. Potaje de garbanzos, lentejas… soy muy de cuchara”, añade.
Tampoco le dedica demasiada atención a cuidarse, aunque todos los días rasca unos minutos para lo que ella llama “su momento”: el desmaquillado con Clarisonic. “Cuando llego del trabajo, pintada como una puerta, lo primero que hago es lavarme la cara con agua y un jabón específico, y después me paso este cepillo eléctrico. Y a veces hago trampa porque, aunque se apaga automáticamente al minuto –no se necesita más tiempo -, yo vuelvo a ponerlo en marcha otro minuto más”, confiesa. “Muchos días lo uso incluso por la mañana y por la noche, porque me hace sentirme limpia y bien”. Su rutina cosmética es muy sencilla: higiene e hidratación. “Con tanto foco tengo la piel muy seca, y me aplico mucha crema hidratante. Y acabo de empezar a utilizar contorno de ojos, que ya tengo una edad”, dice entre risas.
Lo que tiene son muchos años de trabajo intenso a sus espaldas. Ha sido (y es) modelo y presentadora desde hace más de una década, e incluso hizo sus pinitos como actriz en la serie cómica “La Tira”, representando a una azafata de vuelo a quién le están reformando el apartamento. Le pregunto sobre su nuevo piso en el centro de la ciudad, y me cuenta que tenía ya un pisito en Justicia, que se compró cuando llegó a Madrid, y ahora está feliz de volver al mismo barrio. Pero la ex Miss, no solo ha cambiado de nido, también estrena corte de pelo. Cómo a la Reina Letizia, le apetecía un cambio. “¿Si me atrevería con su Bob? Ahora no, aunque hace tiempo lo llevé igual de corto”, admite. Lo que no varía nunca son algunas “manías”. En su bolso siempre encontraremos crema de manos, bálsamo labial, própolis para la garganta y un libro. “No puedo vivir sin leer. Ahora estoy leyendo La Templanza de María Dueñas”.
Con esa templanza – aunque sería más acertado llamarlo respeto- me callo la pregunta obligada (y casi exigencia de este medio) sobre su futuro con su novio Cayetano Rivera. Sé que ambos se esfuerzan por mantener un muro alrededor de su vida privada, y no tengo intención de derribarlo. Pero si le pregunto por su futuro laboral. “El 13 de junio empezamos a grabar Se llama Junior, un talent show infantil para Andalucía. Y espero que retomemos después de verano, MasterChef Junior”. Sobre sus planes de para el verano me contesta rotunda que solo quiere descansar. Y seguro que también incluye, ponerle sabor a la vida!
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