Con los termómetros echando humo, y el aire acondicionado de mi casa echando chispas, no me ha quedado otra que ponerme a probar todo el arsenal de cosméticos efecto-frío que tenía por casa. Me han importado poco si servían para las varices, el flotador de la cintura o los pies cansados. Sus resultados en mi cuerpo eran irrelevantes. Solo he buscado que bajaran unos grados la temperatura de mi piel. Y os aseguro que su capacidad refrigerante es mucho mayor que la de un ventilador, que cuando lo conecto parece que he encendido el secador de pelo!!
Os cuento mi experiencia, absolutamente cierta, con estos “refrigerantes” de bolsillo.
– Al despertarme, después de la ducha templada (el agua fría baja la temperatura de golpe, y el cuerpo para volver a sus 37º, reactiva el organismo y hace que tengamos más calor), me aplico de los pies a la cabeza (el envase tiene 250 ml. y me puedo permitir ese lujo) Redumodel Emulsión Reafirmante, que además de rebajar la temperatura del cuerpo, promete reducir hasta dos tallas en 20 días. Una semana más tarde sigo con la misma talla, pero paso por lo menos una hora (a veces más) casi con frío! Eso si, huelo a caramelo de eucalipto durante todo ese tiempo (aunque, como trabajo desde casa, no hay nadie a quién le puedan entrar ganas de comerme…)
(25 € en Carrefour y grandes almacenes)
– Durante el resto del día, en las zonas que quedan descubiertas según mi modelito (brazos y/o piernas), extiendo Body Tightening Concentrate de Skinceuticals, porque es un gel transparente (el anterior es verde y puede manchar la ropa), más ligero, y no huelo tanto a “pasta de dientes” (también el efecto de frío es menor que el del anterior). Aunque mi objetivo es que supla a mi aparato de aire acondicionado, su misión real es la de “reafirmar la piel descolgada por efecto de la gravedad”. Ya veréis, acabaré agradeciéndoselo al inepto que no consigue solucionar mi avería…
(65 €, en farmacias)
– Por la noche, le toca el turno Somatoline Reductor Drenante para Piernas. Es un gel que promete una reducción del exceso de grasa localizada y un drenaje de líquidos en las piernas en sólo 2 semanas. Su capacidad quema-grasa no tiene ningún interés para mi (tampoco confío demasiado en ella, si soy sincera), pero sí su “efecto hielo”, que me permite dormir a pierna suelta (nunca mejor dicho, porque el resultado aligerante sí es patente).
36 € en farmacias, parafarmacias y El Corte Inglés
– Cuando tengo lo que se dice un “golpe de calor”, me aplico Mesoestetic Freeze Capsuled Mask. Es una mascarilla facial con mentol que, cuando entra en contacto con la piel, absorbe el calor, reduciendo la temperatura cutánea. La sensación de frescor es una pasada y enseguida sientes que se descongestiona la cara (y se supone que se tonifica). Se vende comprimida y encapsulada en un blister de aluminio y, al entrar en contacto con la solución activadora (adjunta), se expande y convierte en un velo que se aplica sobre el rostro.
(12 unidades, 78,65 €. 902 26 20 31 o consultar www.mesoestetic.com)
Conclusión: Al mal tiempo (porque esto es mucho peor que el más duro de los inviernos), buena cara (espero que tanta mascarilla deje huella…).
Y, siguiendo con el refranero español: no hay mal que por bien no venga. Gracias a la dichosa avería, puede que acabe con 2 tallas menos, con todo lo descolgado recolocado y las piernas más estilizadas que nunca.
Al final, voy a tener que escribir que la “operación bikini” pasa por no encender el aire acondicionado!!!
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