Hoy estoy más triste, vaga y antipática que ayer. Y, por lo que se ve, no soy la única. Según el estudio sobre la “Tristeza Invernal” desarrollado por Turismo de Islas Canarias, los días más cortos y las noches más largas nos ponen a todos apáticos, decaídos, cansados e irritables. Y este mal afecta especialmente a las relaciones de pareja, ya que un 34% de los encuestados reconoce que con el cambio de hora está más arisco con su media naranja, y casi un tercio de la población (con mayoría de mujeres…!) confiesa tener menos relaciones sexuales. La psicóloga clínica y sexóloga Miren Larrazábal dice que la razón es que en este periodo se padece una cierta ansiedad, trastornos en el sueño, aumento de peso (tendemos a comer más hidratos y chocolate), dificultad de concentración e irritabilidad frente a los demás. Y eso lleva a todo lo demás…
Otro de los síntomas más mencionados (un 50% de los encuestados) es que cuando adelantamos la hora se rinde menos en el día a día. Pero como afirma la doctora Larrazábal “se trata de unos síntomas que tienen un claro componente estacional. Suelen empezar en otoño, empeoran en invierno y desaparecen con el comienzo de la primavera” (tranquilo jefe, que en 5 meses de nada vuelvo a estar a pleno gas…)
El origen de todos estos efectos está en la intensidad de la luz del día, que influye directamente en nuestros ritmos circadianos (las personas que son sensibles a esta disminución no son capaces de ajustarse a este cambio hasta pasados muchos días), en los niveles de serotonina (la hormona del buen humor sufre una caída ante la ausencia de luz) y la secreción de melatonina (nos asalta el sueño más pronto). Cuando hay menos luz el equilibrio de estos componentes se altera y aparecen los síntomas de la “Tristeza Invernal”, a la que los europeos conocen como Winter Blues.
A los que no podemos permitirnos el lujo de dejarnos vencer por ella (jefe, que era broma lo de los 5 meses…), los expertos nos aconsejan tomarnos unas vacaciones en un destino con sol asegurado (¿qué tal el puente a Canarias?), realizar actividades al aire libre, pasear, reír o regalarnos un tratamiento relajante con pareja, familia o amigos.
En línea con estas recomendaciones, voy a hacer de “hada madrina”: el Balneario Sicilia (en Jaraba, Zaragoza), por su 150 cumpleaños, sortea un fin de semana para dos personas, con todos los gastos de alojamiento y comida incluidos, además del acceso libre al balneario y un recorrido por el Jardín Termal, de una hora y media de duración.
No tenéis más que poner un comentario en este post en los próximos 7 días (hasta las 12 de la noche del día 8 de noviembre) que aluda a alguna de las bondades del balneario en cuestión y responder a la pregunta “¿que planta aromática se respira en la sauna de aromas del Jardín Termal?”, cuya respuesta encontraréis en su página web www.balneariosicilia.com.
Como no quiero ser “la mano blanca” que decida vuestra suerte, el sorteo se realizará a través de una web especializada (Sortea2), que decidirá cual es el comentario más acertado (no olvidéis poner una dirección de correo en la casilla correspondiente, para que podamos contactar con el ganador)
Para poneros los dientes largos os adelanto que se encuentra en el valle del río Mesa, un enclave con ochenta mil metros cuadrados de parques, que concentra en otoño hasta 10.000 aves de 200 especies distintas (merece la pena acercarse al atardecer, que es cuando las aves llegan a la laguna en enormes bandadas y arman un enorme alboroto). A 4 kms están las Hoces del Río Mesa, declaradas de interés turístico por sus increíbles desfiladeros de altas paredes rojizas y el Monasterio de Piedra, con una Reserva de Buitres leonados.
Sus aguas, que proceden de siete manantiales y tienen propiedades calmantes y anti-irritantes, se disfrutan en esta piscina termal excavada en una roca natural.
El Jardín Termal es un recorrido por piscinas de relajación y flotación, termas de aromas y un baño japonés a 40º y con vistas a un jardín de lavandas
También se encuentra la primera Cámara de Sal que se instaló en España, que recrea las condiciones salinas de las antiguas minas de sal o la orilla del mar, indicada para problemas respiratorios, dermatológicos y alergias.
Ya podéis empezar a poner comentarios, y… ¡que gane el mejor!
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