El síndrome “hoy no me puedo levantar…” me pega fuerte siempre que cambian la hora. Y no soy la única. Al 30% de los españoles nos afecta el horario otoñal.
Según la doctora Matilde Bayton, uno de los factores que nos hacen sentirnos tristes durante el invierno es que la serotonina (neurotransmisor que tiene mucho que ver con nuestro estado de ánimo) baja debido a que la luz que la estimula es menor. Esta reducción lumínica nos lleva al decaimiento, la tristeza y la falta de vitalidad. Y a veces –no es mi caso- se agrava con alteraciones del sueño, irritabilidad e incluso disminución del deseo sexual!
La buena nueva es que los síntomas son pasajeros y remiten tan pronto nos aclimatamos a la nueva situación. La mala, que se “ceban” principalmente en las mujeres de 20 a 50 años.
¿El truco de Bayton para recargar la “batería”? Encender una lámpara que tenga una bombilla opaca de 60w, colocarse a 60 centímetros y mirarla durante 1 minuto. Luego apagar, cerrar los ojos y concentrarse en la imagen remanente, sin mover la cabeza hasta que los fosfenos (“estrellitas”) desaparezcan completamente. El proceso tarda de tres a cuatro minutos. ¡¡Y pila cargada de buen rollito para todo el día!!
Pero como cada maestrillo tiene su librillo, mi receta para remontar el bache anímico es más dulce. Consiste en atiborrarme de chocolate. Por dentro y por fuera.
El cacao levanta el ánimo porque produce endorfinas, unas hormonas que provocan bienestar y felicidad, que se generan cada vez que una persona realiza actividades que dan placer. Y pocas cosas me producen tanto placer como zamparme una caja de bombones, precisamente lo que estoy haciendo mientras tecleo estas líneas…
Y mi “Prozac” de este otoño van a ser los nuevos bombones y las trufas de La Confitería Delaviuda. ¿Los habéis probado? Son para derretirse, como se derriten ellos en el paladar cuando te los metes en la boca… Mmmm
Se parecen a los Lindor, sin que nuestro producto nacional tenga nada que envidiar al suizo! He probado las cinco modalidades que han lanzado (negro, con leche, de licor, sin azúcar y blanco) y, aunque la elección es difícil, me quedo con los negros, por aquello de que son más sanos.
Los que se vean afectados por la disminución de su apetito sexual es más que posible que prefieran los nuevos bombones afrodisíacos LMR de La Maleta Roja (www.lamaletaroja.com). Son de chocolate biológico, con un 70% de cacao y un alto contenido en espirulina y maca peruana que, dicen, estimulan la libido…
Otro remedio “optimista” son las manicuras o pedicuras al chocolate. Lo saben muy bien en Mi Calle de Nueva York (www.micalleny.com/) o en Cesinhe (www.cesinhe.es/), donde son los tratamientos más demandados con el cambio de estación. El secreto está en el aroma a cacao del producto exfoliante y el aceite del masaje, que tiene propiedades energizantes que estimulan el buen humor.
Y para subir la moral son infalibles también los masajes, las envolturas o los baños de chocolaterapia (están en las cartas de muchos centros de belleza). No solo porque acaban con las tensiones del estrés estacional, sino porque los granos de cacao tienen polifenoles que combaten la celulitis y mejoran la circulación! Algunos de los más apetecibles los realizan en Chi Spa (www.thechispa.com/).
¿Por qué hacerse un masaje solo con chocolate pudiendo hacerse uno de chocolate y menta? El masaje After Eight de Sai tei (www.saitei.com/) incluye además un peeling con envoltura de menta (potente estimulante) y, de postre, te regalan un delicioso bombón.
¿Cuál es vuestra receta para levantar el ánimo?
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