A la una y pico de la madrugada, que no son horas, Falete se marchó por donde había venido con su bañador de faralaes. Una prenda que había causado más expectación que cualquiera con luces led del equipo español de sincro. Un Falete iluminado por su altarcito fue eliminado después de un salto de repesca frente a Juan José Ballesta (qué gran chonisalto). En fin, es como comparar a Úrsula de ‘La sirenita’ con el cangrejo Sebastián. ‘Splash. Famosos al agua’ puede ser un formato holandés de éxito internacional, pero la razón por la que el personal español estuvo ahí fue Falete. Y sus responsables, aunque sean de Antena 3, sabían que esa era la gran baza. Nadie, salvo Arturo Valls, tuvo tanta presencia durante todo el programa. El presentador le preguntaba cualquier cosa mientras los otros saltaban y el propio cantante animaba desde el trampolín a Toñi Salazar (ambos ejecutaron el salto ‘palito’, versión piscinera de cuando Rosa Benito se tiró del helicóptero en ‘Supervivientes’). Mientras no salió Falete a actuar, ‘Splash’ fue un gran ‘teaser’.
La semana próxima tienen de atracción estelar a Jesulín de Ubrique (Belén Esteban no se cansa de decir en ‘Sálvame’ que le pagan 50.000 euros por programa, que es el premio). Sin duda, lo más importante de ‘Splash’ es el reparto de saltadores porque el programa es lento, aburrido, sin ritmo, demasiado largo. Es que casi se echa de menos ‘El Grand Prix’. El resto de concursantes de la primera tanda (tienen 28 en total) fue más plano. Salvo Daniela Blume, la primera en saltar. Una vez en lo alto de la plataforma, miró abajo y soltó: “No veo con las tetas”.
Arturo Valls, el presentador, resulta eficaz y simpático (eso sí, el numerito de la natación sincronizada debería haberlo hecho antes); Anna Tarrés, pese a tomarse demasiado en serio como jurado hasta los saltos de chichinabo, está en su personaje de malvada (aunque se le escapara una sonrisa); Ratia, que al principio agradeció que se hiciera este programa dedicado al deporte de los saltos (¿en serio cree que esto va de deporte?), es la parte profesional; Santiago Segura es Santiago Segura, y Guti, pues un señor con la barba del Charlie Hunnam de ‘Hijos de la Anarquía’ vestido de Filemón, como dijo el el propio Segura.
Si ‘Mira quién salta’, el rival de Telecinco, no está grabado del todo deberían tomar nota para evitar defectos y el sopor del espectador. Aunque da igual, ‘Splash’ arrasó en su estreno con un 26,4% de share y 4.476.000 espectadores (GH, 16,5% y 2.506.000; ‘Gran Reserva’, 12,7% y 2.707.000, que anda que no había gente viendo la tele). Habrá que comprobar si era por el efecto novedad, y, sobre todo, por el efecto Falete. Y ya veremos si Olvido Hormigos o Mar Segura tienen un atractivo parecido.
En su día, Banijay, productora y creadora, a través de Brainpool, de «Stars in danger. High Diving» (el de Telecinco, Cuarzo) pensó demandar a Eyeworks por «Splash». En teoría, la diferencia entre «Splash» y «Mira quién salta» es que el primero, un formato holandés («Sterren Springen»), está concebido como un show semanal en directo mientras el segundo es un especial anual que sigue a varios concursantes famosos que aprenden a hacer saltos olímpicos de trampolín («Turmspringen» se emite en la alemana ProSieben desde 2004). Por ejemplo, la Fox estadounidense emitió hace poco el especial y la ABC estrenará el programa semanal. España es diferente. Por supuesto, Telecinco no va a hacer una sola entrega, con lo que quizá está vulnerando el formato. Pero ellos sabrán.
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