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Blogs Enciende y Vámonos por Rosa Belmonte

Ni que fuera yo Wyoming

Rosa Belmonte el

Los 80 son nuestros y la Nochebuena, de TVE. El esfuerzo por hacer algo a propósito hay que reconocerlo. Aunque salga Ramón García. Aunque sólo sea para comprobar que Mariló Montero canta tan mal como Anne Igartiburu. Dentro del gineceo en cadeneta diaria, María Casado lo hace mejor. Sin alma pero mejor. Cantó ‘Si nos dejan’. Eché de menos a Toñi Moreno (demonios, que salió hasta Norma Duval). También merece la pena ver a Eva González manteniendo una línea coherente: “Yo no sé cocinar… Aunque tampoco sé cantar”. Mira, ni presentar. Era un poco el no soy tonta ni rubia de Dolly Parton. Pero es tan guapa. El sucedáneo de Telepasión, cuya esencia es ‘cuánto peor, mejor’, no tuvo más historia que la propia de TVE. Y no tengo muy claro si es que no queremos ver a las estrellas de la casa cantando o que eso que hay ahora no son estrellas ni nada (lo peor es que alguien ha decidido que Ramón García y Carlos Lozano sí lo son).

Serrat empezó a lo ‘Space Cowboys’, cantando ‘Hoy puede ser un gran día’ con Ana Belén, Víctor Manuel y Miguel Ríos. ‘Antología desordenada’, programa dirigido por Santiago Tabernero y con guión de Paco Tomás  (como ‘Alaska y Coronas’), fue lo mejor de la noche. De muchas noches. Un ejemplo de lo bien que se hacen las cosas en TVE. Otra cosa es que te guste Serrat (o Dani Martín, o Pablo Alborán). Y sí, es muy triste que un buen programa en TVE pueda ser noticia. O que lo sea la aparición de Wyoming. “Ni que fuera yo Bin Laden”, podría decir, como Belén. Ni que fuera yo Wyoming. Estamos en tiempos tan locos como la estrofa de ‘Señora’ (cuando se abre una flor al olor de la flor se le olvida la flor).

Cambiabas de Serrat a lo de Paz Padilla y era como pasar de ‘Te querré siempre’, puro Rossellini, a ‘Los bingueros’, puro Ozores. La única ordinariez del especial fue la manicura francesa de la niña María Parrado, con la que el catalán cantó ‘Lucía’. Joaquín Reyes se marcó un ‘celebrities’ de Serrat. “Yo iba a cantar el ‘La, la, la’, que me quedaba el vestido…”.

Pero es que llega el especial de Bustamante y, una vez preguntado retóricamente el porqué de semejante contingencia, te encuentras con una curiosísima y brillante realización de Guillermo Jiménez Vera. Lástima que hubiera que aguantar a Bustamanta (Bustamante+Batamanta). Aunque casi era mejor que cantara solo (es que la cosa podía ser peor cuando lo hacía con Sergio Dalma o Pitingo). Todos los invitados le felicitaban por el especial. Nadie ha hecho eso jamás con Raphael. Ni con Miguel Bosé. Creo que la de los compañeros era la misma estupefacción del espectador. De todas maneras, debo decir que Bustamante habla mejor que David Bisbal. Y, desde luego, verlo en un escenario no es peor que ver a Vicente Fernández o a Luis Miguel (eso sí, los dientes de los dos se distinguen igual en la distancia).

Cerró la noche una repetición de ‘Viaje al centro de la tele’, donde Pepe Domingo Castaño recordó que es una versión cantarina de presentador anterior incluso a ‘Telepasión’. Raphael cantó ‘El tamborilero’. Ya estábamos todos.

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