Veronica Mars se estrenó anoche en La 2 (en Comunidades Autónomas con tele autonómica, claro). Bueno, tampoco los pobres se están perdiendo gran cosa. La serie está bien, es correcta, entretenida, tiene su punto y si estoy en mi casa seguro que la veré, pero si no estoy me temo que no la voy a grabar. Vamos, que espero con más ansiedad otras series americanas. Lo que más gracia me hace es el tufillo a Mike Hammer. La protagonista no sólo es detective ayudante (de su padre, Enrico Colantoni, el fotógrafo de Dame un respiro.) sino que es quien hilvana la historia con su voz en off. En cuanto a eso de ‘adolescentes distintos’ que se vende… hombre, distintos a los de Salvados por la campana quizá, pero los especÃmenes de instituto han tenido muchas miradas. Desde Degrassi a Popular. Mi favorita en el género, una vez vista Veronica Mars, sigue siendo Es mi vida (My so called life) con una Claire Danes que da mil patadas a Kristen Bell. Resumiendo, que la nueva toma un poco de Mike Hammer, otro poco de O.C., otro poco de Popular, otro de Colegio Degrassi e incluso un poco de La banda del patio. Porque T.J. y sus amigos reproducen en el colegio lo que es un instituto. Y la serie de dibujos animados tiene más consistencia que muchas con personajes reales, aunque no tenga la consideración de gran cosota de Los Simpson, South Park u otras. Veronica, de hecho, pasa de ser una ashley a ser una spinelli con trazos de la rubia de Smallville. Ahora, mención especial para la participación de Paris Hilton en el segundo episodio. Como la vida misma.
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