(Hay spoilers, pero no los importantes)
Si ‘Los puentes de Madison es una película que invita a fumar, ‘Mad Men’ es una serie que invita a fumar, a beber, a vestirse bien y a no tener familia. Por la parte del bebercio, Canal + se encargó de vestir la presentación de la sexta temporada de ‘Mad Men’ en el O’Clock de Juan Bravo. Podías pedir un Old Fashioned o un Gimlet. O Don Draper o Betty, que ha empezado con fuerza. Los publicistas han vuelto el domingo a AMC y, un día después, a Canal +. Es 1968. El comienzo de la sexta (un doble episodio) no ha sido el de la quinta, es decir, no ha habido una escenaza como el ‘Zou Bisou Bisou’ a cargo de Megan. Pero la vergüenza que Don pasó entonces se la ha devuelto ahora.
La gran fuerza de ‘Mad Men’ está en los detalles. En ese libro sobre el infierno de Dante que Don lee en la playa, en el encendedor de su verdadera identidad, en las barbas que han aparecido (la sala de creativos casi parece la de guionistas de ’30 Rock’), en el tinte del pelo, en los esquís, en la decoración de la oficina, en la televisión, en el cine. En el mundo referencial. O sea, en ese ‘Tonight Show’ que aparece para fastidiar a Peggy Olson en su anuncio de auriculares. A propósito de un suceso real sobre un tipo que cortaba orejas en Vietnam y las guardaba. A propósito de un cómico que en ‘The Tonight Show’ hacía un chiste sobre ello. La referencia es de lo más real. Phyllis Diller, a quien también se nombra como conductora del espacio, estuvo sustituyendo a Carson el viernes 22 de diciembre de 1967 (Carson, como Ana Rosa, se iba de vacaciones cuando llegaban las fechas señaladas, un Carson que presentó el programa del 62 al 92). Lo que Weiner se inventa es lo del cómico y el chiste sobre la guerra (aunque el tipo de las orejas existiera y fuera a juicio). Más referencias, ahora la cinematográfica. Si ‘The Tonight Show’ entorpece el trabajo de Peggy, ‘Ha nacido una estrella’ fastidia el de Don Draper. El anuncio del hotel (el que le ha pagado las vacaciones en Hawai), a los dueños les recuerda el suicidio de James Mason en el mar (el marido de Judy Garland en la película). Don y Peggy, cada uno en su empresa, aparecen como iguales. Hay que ver lo mucho que Peggy ha aprendido trabajando con Don. También a no pensar en los demás (los tiene en la oficina en Nochevieja).
Y más cosas en unos breves:
Betty ha vuelto. Va detrás de uno de esos personajes antipáticos de ‘Mad Men’. Pero no es solo el personaje de Sandy, la violinista, es la actriz. Esa niña horrible de ‘Cinco hermanos’. Por supuesto, Sally sigue siendo lo mejor de la familia.
La droga. Megan y Don se fuman un canuto. Betty, en su excursión tras Sandy, pregunta a los hippies del goulash cuánto cuesta la marihuana. Y Joan, durante una sesión fotográfica en la oficina, dice que huele a hierba.
Joan. Sale poco. Pero es suficiente. Aunque no lo será para muchos ahora que nos hemos enterado de que las mayores búsquedas en internet en relación con ‘Mad Men’ son sobre ella. Esto son cosas mías pero hasta me pareció que homenajeaba a Sara Montiel con ese vestido lila con el que posaba para el fotógrafo. Es el lila de Sara Montiel cuando vuelve al convento en ‘Esa mujer’.
Roger Sterling. Fue el robaescenas del capítulo (aunque Betty con los hippies se lo pueda discutir). El funeral, las sesiones con el psiquiatra y la reacción a la muerte del limpiabotas lo hicieron el MVP de la noche (bueno, el jugador más valorado, que luego la Fundeu se enfada).
Y un aparte. Una manía. Una idiotez. No me gusta ver actores conocidos en ‘Mad Men’. Es verdad que empezamos con Elizabeth Moss y John Slattery, que sí eran caras familiares. Pero en general el mundo ‘Mad Men’ ha sido cerrado. Don, Joan y Betty son ‘Mad Men’. Y ‘Mad Men’ no es ‘The Good Wife’, donde aplaudes que la madre de Alicia sea Stockard Channing, por ejemplo (y mil más). Por no hablar de ‘Nurse Jackie’ con esas madres de Fitch Cooper (Judy Light y Swoosie Kurtz, y con Blythe Danner antes de Judy). No seré yo quien afee la aparición de Alexis Bledel (que encima hasta se va a casar con Pete Campbell, bueno, con Vincent Kartheiser). En los últimos episodios están los casos de Sandy (Kerris Dorsey), la hija de Sarah Walker en ‘Cinco hermanos’. O el de Linda Cardellini, la mujer del médico, que era la enfermera Sam de ‘Urgencias’. O incluso Kevin Rham (‘La juez Amy’, ‘Mujeres desesperadas’). Porque los veo en esos otros papeles. De la hija de Bartlett me olvidé en la primera temporada de ‘Mad Men’. Pero ya digo, no es más que una manía. Porque me gusta pensar que ‘Mad Men’ es verdad. Porque hay ficciones que son más verdad que la vida. Aunque sean tan bonitas.
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