En Antena 3 y en Telecinco da igual cuáles sean los últimos y los primeros anuncios del año porque quienes se llevan el gato al agua son las marquitas para tontos que salen en la pantalla mientras dan las campanadas. El Caserío, en Telecinco; Nokia (conecting people), en Antena 3. Pero da igual, las campanadas se ven en La Primera. Lo tradicional. Anne Igartiburu era lo nuevo y va la tía y aparece con capa, como Ramontxu. Eso sí, luego se la quitó. Así vimos bien el espectacular vestido negro de encaje de Valentino. Y se le transparentaban las bragas. Casi enseñando el búlgaro, que diría Lina Morgan. Tras las capas, las caspas caídas de la gala. Señor, ¿quién le ha dicho a Bertín Osborne que también cante? Y Envidia. ¿Dónde está la sociedad protectora de canciones en estas ocasiones? Por lo demás, pues casi lo mismo que en Antena 3. Que vamos a ver, ¿a quién puede interesarle Paloma San Basilio cantando un número de Víctor o Victoria? Aquí una fan de Julie Andrews. Juuuuntos, café para dos. Eso sí, lo otro no. Caca. Antena 3 puso geriátrico en la gala. Que no sólo aparecían Eduardo Gómez o Mariví Bilbao por el plató sino también la simpática vieja de A tortas con la vida, que es la madre de Manolito Royo, creo. Tremendo el ballet de tías buenorras, rubios con mechas más el ex marido de Marlene Mourreau. Pues eso, que tanto en La Primera como en Antena 3 los cantantes de siempre. Chayanne, Chenoa, Rocío Jurado (pedazo de anillo), Ana Belén, Camela, Amaral. Los Amaral también tenían concierto en Telecinco. Me tienen hasta aquí. Y los de Operación Triunfo también. ¿Dónde se comprarán esa ropa tan espantosa? Cantando coplas de Abba, de Grease, de Sinatra… Se suben a una chica al escenario y le cantan en los morros Sabor de amor, que estuvo la cría a punto de desmayarse cuando Sergio Rivero le susurraba eso de ‘comerte sería un placer’. Y también (ella) a punto de lanzarse a morderle.