Teresa Zafra el 29 nov, 2012 Oficialmente, desde hoy jueves, quedan tres semanas para la FFP, o fecha prevista de parto, que es esa fecha en la que se espera la llegada del bebé pero en la que habitualmente nunca suele nacer.Lo saben las que han tenido hijos, lo dicen los ginecólogos y, al final, la experiencia lo demuestra. Tiempo al tiempo.Cuando tu fecha prevista de parto es el día 22 de Diciembre, como me pasa a mí, tu navidad queda en standby. ¿Dónde estaremos el día de nochebuena de este año? En Valencia, eso sí, porque lo de viajar queda un poco fuera de onda, pero no sabemos si estaré buscando un atuendo premamá que poder utilizar para cenar con la familia, si pasaré la noche en camisón de hospital o si tendremos que quedarnos en casa con un bebé demasiado pequeño para sacarlo de noche a casa de nadie. “Que todas las incertidumbres sean esas” – diréis algunas. “Toda la razón” – os contesto yo. Gracias a Dios, somos unos privilegiados y no tenemos que preocuparnos por cosas como ¿Tendré el dinero necesario para comprar pañales? o ¿Podré acceder a las vacunas que mi hijo necesita?Somos unos privilegiados porque, lo que para nosotros es un motivo de alegría, traer un bebé al mundo, en otras culturas o en otras situaciones en nuestra propia cultura, la aventura puede ser mucho más dramática, o, por muchas ganas que se tengan, un resultado exitoso puede requerir mucho más esfuerzo. Evidentemente, nuestra preocupación principal es que el niño nazca sano y fuerte y que el parto vaya bien. Por eso, intentamos relativizar ciertas cosas, como que a falta de tres semanas aún tengan que venir a cambiarnos la ventana del futuro cuarto de nuestro hijo, o que hasta que no lo hagan no podamos montar su cuna, cómoda, cochecito y demás. A lo mejor os parece una tontería, pero a ratos tengo que hacer ejercicios de meditación dignos de caballero jedi para mentalizarme de que lo que necesita nuestro hijo es nuestro cariño, leche y alguno pañales y que si no tenemos tiempo de ordenar su habitación con calma y de preparar sus cosas con mimo, no pasa nada.Y es que no pasa, pero pasa. Es algo que a todo el mundo le apetece: tener tiempo para organizar, para leer los libros sobre cuidados del bebé, para comprar una alfombra, ordenar la ropa, tener limpias las toallas….no me digáis que no porque no os creo. No conozco ninguna mujer que planee con ilusión pasar las dos semanas antes de su parto con una cuadrilla dde obreros en casa. Lo bueno, si os digo la verdad, es que la falta de tiempo para pensar en las cosas del bebé te quita tiempo también de preocuparte en exceso. La vida para nosotros aún sigue su ritmo habitual: los dos trabajando, mi marido con unos exámenes importantes a la vista, yo con mis blogs y mis continuos “inventos” y nuestra ginecóloga, de momento, tranquilísima y encantada porque todo va como la seda. Espero estas tres semanas seguir activa y poder contaros muchas cosas por aquí…tengo pendientísima hacer la lista de las cosas que he metido en la bolsa del hospital y enseñaros algunas cosas preciosas que tenemos en casa listas para poner al peque. Si nace el bebé antes de tiempo, sacaré tiempo para contarlo por twitter, por facebook, y, un poquito más tarde, por aquí! embarazomaternidad Tags embarazo Comentarios Teresa Zafra el 29 nov, 2012