Teresa Zafra el 27 sep, 2012 Como os digo siempre, todo esto es tan nuevo para mí, que me paso el día preguntando “¿Esto es normal?” a todo los achaques nuevos que van surgiendo. La semana pasada le tocó el turno a una cosa que yo llamo “tirones”, pero que aquí en Valencia llaman “rampas” y que en realidad se llaman calambres, y que no son más que esos dolores de muerte que te dan en el músculo del gemelo mientras duermes y que duelen tanto que a veces hacen que se salte la lagrimilla. Como no les dan exclusivamente a las embarazadas, yo pensé que no tenían nada que ver con mi estado, pero cuando comenté en twitter el tema, las madres expertas me dijeron enseguida que eso era tipiquísimo de las mujeres en mi estado. – Falta d sodio, o de potasio – me dijeron –toma plátanos y bebe mucha agua antes de dormir. -Uff- pensé yo. Pasé tres noches con los famosos calambres yendo y vieniendo, hasta que decidí hacer caso a los consejos que había recibido. Como muchas de vosotras, yo no soy de hacer caso a los consejos a la primera, sino más bien de golpearme unas cuantas veces con la misma piedra pensando que la piedra desaparecerá del camino ella sola. Pero no, los calambres nocturnos seguían ahí, así que en mi siguiente visita al supermercado compré unos miniplátanos muy graciosos que desde entonces tomo cada día. El remedio fue, como dicen las madres, o sea, como pronto tendré que empezar a decir yo, mano de santo. Ni un calamabre más, la verdad. Os lo cuento, porque aunque a mí, que soy un poco cazurrilla, seguramente no me sirva la lección, igual vosotras además de aprender que los calambres nocturnos se quitan tomando plátanos, aprendéis a hacer caso a los consejos expertos a la primera y no cuando llevéis tres noches sufriendo dolores sin nombre. embarazo Tags embarazo Comentarios Teresa Zafra el 27 sep, 2012