Cuando las barbas de tu vecino…

Anoche, el Barça dejó su eliminatoria de cuartos de final bastante más abierta de lo que el resultado pueda decirnos a primera vista (2-2). Cierto que le vale un empate a cero, o a uno, y cualquier victoria por la mínima para pasar. Pero los soldados caídos en la batalla de París no son moco de pavo: Mascherano y, sobre todo, Messi. El primero estará de baja seis semanas por una lesión en la rodilla. No llega ni a unas hipotéticas semifinales. El segundo, a falta de más pruebas, tiene tres semanas de baja por una rotura en el bíceps femoral. Estaría al límite de esa hipotética próxima ronda. Y no llegaría a la vuelta la próxima semana contra el PSG. Un drama, teniendo en cuenta, de quien hablamos.

Bien valdría a los madridistas, al cuerpo técnico del Madrid y, fundamentalmente, a Cristiano Ronaldo, tomar buena nota de lo sucedido ayer en el Parque de los Príncipes. Ronaldo y Messi son los dos mejores jugadores del mundo. Los aficionados disfrutamos con sus goles y su juego cada tres días durante prácticamente los doce meses del año. Pero estamos muy equivocados. Superman es una de las mejores sagas de la historia del cine, pero eso es ficción, nunca realidad. Aunque los ojos de madridistas y culés se cieguen por lo buenos que son, ni Cristiano ni Messi son Superman.  Al menos en lo físico (aunque en el caso de Ronaldo cueste creerlo bastante). Y puede pasar, como pasó anoche en París, que la música de la fiesta sea un día apagada antes de tiempo. Y si encima es apagada en el cenit de la fiesta, la cara de bobo que se te queda es aún mayor.

En cuartos de final es cuando de verdad comienza la Champions League. Desde ahí, son cinco partidos a cara de perro donde te juegas el título más prestigioso de la temporada. Ahora, la vuelta de cuartos es casi una utopía para Messi, Unas posibles semifinales, un sinvivir para los culés y para el equipo. Dependiendo de los centímetros de rotura, Messi podría jugarlas o no. ¿A qué venía que el argentino jugara contra el Celta (con la Liga ganada)  tras el exigente partido a 3.600 metros de altura en La Paz? A nada. Al deseo constante de jugar y jugar del futbolista y a la ‘dejación’ de funciones para pararlo de su cuerpo técnico. Un día iba a pasar… y ha pasado en el peor momento. Messi lesionado en mitad de cuartos de la Champions y con las semifinales en apenas tres semanas. Y gracias que el Madrid ‘abandonó’ la Liga en diciembre…

Pero donde si sigue muy vivo el Madrid es en Champions y, a priori, favorito en su eliminatoria contra el Galatasaray. La final de Copa está muy bien. Pero no es suficiente. El reto, la gloria, el éxtasis es La Décima. Pero Ronaldo, incompresiblemente, tampoco descansó el pasado fin de semana en Liga, contra el Zaragoza. Y Ronaldo también es la mitad de su equipo, como Messi en el Barça. En él, y sólo en él, se sustenta el sueño de La Décima. No tiene nada que ver que se haya lesionado Messi para que Ronaldo corra esa misma (mala) suerte. Pero mejor ser precavido, por si acaso. Lo que hay en juego no es bagatela. Cuando las barbas de tu vecino veas pelar… Pues eso.

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